Protege tu hogar de las lluvias otoñales de la mano de estos sencillos consejos

Dentro de todos los aspectos que son habituales a lo largo de estos meses del año, la lluvia y todo tipo de precipitaciones hacen acto de presencia a lo largo de todo el invierno y gran parte del otoño. Y en pleno mes de noviembre, la lluvia es una realidad con la que debemos contar como parte imprescindible de nuestro día a día.

Por ello, en esta época del año, mucho más allá de la ropa de abrigo, son otros los complementos que se vuelven imprescindibles con el objetivo de protegernos de estas precipitaciones. Las prendas impermeables y los paraguas constituyen una parte fundamental de nuestro outfit siempre que salimos a la calle y hay probabilidades de lluvia según los expertos meteorológicos.

Sin embargo, mojarnos al salir a la calle, no es, ni de lejos, el único problema que puede derivar de la llegada de la lluvia a nuestras vidas. Y es que los hogares también sufren esta ola de precipitaciones torrenciales, que se pueden traducir en nuestras casas en humedades, suciedad y un sinfín de problemas. Por ello, hoy os hablaremos de todas las medidas imprescindibles que debemos tomar a la hora de proteger lo máximo posible nuestra casa de esta lluvia.

Los consejos imprescindibles para que las lluvias no pasen factura a tu hogar

Dentro de todos los aspectos a tener en cuenta, el primero y más evidente no es otro sino el hecho de revisar todas las imperfecciones que puede haber en nuestro hogar, y que puedan ser susceptibles de sufrir los desperfectos propiciados por la lluvia. Esto se traduce en grietas o puntos críticos que pueden hacer acto de presencia en las bajadas de agua, y, en resumidas cuentas, todos aquellos espacios por los que el agua pueda filtrarse.

Y es que el principal problema que esta lluvia provoca en millones de hogares no es otro sino las humedades. Ni siquiera un hogar perfectamente sellado se libra por completo de exponerse a este tipo de problemas, especialmente en las paredes exteriores que dan directamente a la calle, las cuales son, por motivos evidentes, más susceptibles a sufrir estos problemas.

Si bien estos problemas estructurales son inevitables, sí podemos brindar a nuestra pared un tratamiento específico con el objetivo de que estas humedades tengan más dificultades para formarse. Y lavar cualquier superficie con agua y cloro es un método ideal para evitar la formación de hongos en cualquier superficie, evitando así que aparezcan estas humedades.

Otro de los espacios que más problemas pueden generar de la mano de estas lluvias son los canales de agua, bajantes y desagües. Elementos creados en un principio para evitar los problemas, pero que, en caso de lluvias torrenciales, pueden suponer un problema. Es por ello que mantenerlos limpios en todo momento es una medida imprescindible para evitar problemas.

Es habitual que la suciedad se acumule en estos espacios en forma de hojas, envases arrastrados por el viento, tierra… Y esto puede llevar a que dicha acumulación provoque un tapón que evite el paso del agua de forma correcta, lo cual conlleva a estancamientos del agua que, del mismo modo que lo mencionado en el punto anterior, puede derivar en humedades y todo tipo de problemas similares.

Otro aspecto muy importante a tener en cuenta tiene que ver con todo lo relacionado con el suministro eléctrico. Todas las casas cuentan con un cuadro eléctrico que, en caso de precipitaciones severas, puede quedar expuesto, puesto que esta lluvia puede humedecer los cables eléctricos que rodean nuestro hogar, dando lugar a cortocircuitos.

La gran mayoría de estos circuitos están diseñados con un especial cuidado para que estos no estén expuestos a cualquier tipo de precipitación. Sin embargo, y como siempre es mejor prevenir que curar, en momentos de precipitaciones extremas, lo más recomendable es cortar el suministro eléctrico hasta que pase la tormenta. No solo para evitar cortocircuitos y posibles chispazos que nos pongan en peligro, sino porque uno de esos cortes de luz puede estropear todo el sistema eléctrico y, con ello, todos los dispositivos eléctricos que tengamos conectados a dicho sistema.