¿Es malo el exceso de proteínas en tu dieta? Los expertos hablan sobre los posibles riesgos

Dentro de todos los aspectos que conforman nuestro día a día, la alimentación es uno de los pilares básicos sobre los cuales se fundamenta un estilo de vida saludable. Millones de nutricionistas en el mundo hablan de una dieta equilibrada con presencia de todo tipo de alimentos la base de cualquier estado saludable.

Sin embargo, no existe una dieta salomónica que pueda ser considerada a nivel global la dieta ideal a todos los niveles. Entre otras cosas, porque cada persona es un mundo, y cada uno tiene unas necesidades concretas en base a las cuales debe construir la dieta que más se adapte a dichas necesidades. Y los tipos de dieta con los que podemos toparnos son prácticamente interminables.

Lo que sí es cierto es que hay algunos nutrientes y complementos que son imprescindibles en casi cualquier dieta saludable. Y dentro de todos estos complementos, las proteínas son uno de esos complementos que no puede faltar en ninguna dieta beneficiosa para nuestra salud. Pero como es habitual, todo en exceso es malo. Y un consumo excesivo de proteínas también puede desencadenar en serios problemas para nuestra salud.

¿Cuál es el peligro de una dieta con un contenido excesivo de proteínas?

Algo que se adapta tanto a la propia alimentación en sí como a las proteínas como suplemento alimenticio o deportivo. Y es que uno de los motivos principales por los que este elemento es ampliamente recomendado por los expertos en la materia, es porque se trata de un complemento ideal para el rendimiento metabólico, lo cual se traduce en que es un complemento indispensable o bien para perder grasa o bien para ganar masa muscular, por lo que es muy habitual encontrarla en dietas de deportistas.

Pero es sumamente importante tener en cuenta que, además de que hay algunas proteínas que son más beneficiosas que otras, un consumo excesivo de cualquier tipo de proteínas puede traducirse en serios problemas de salud. Y a pesar de todo ello, un estudio realizado por la Federación Española de la Nutrición, un 30% de la población española tiene en sus dietas una ingesta proteica por encima de lo recomendado por los nutricionistas y expertos en la materia.

Pero, ¿qué puede conllevar un exceso en la ingesta de proteínas? En primer lugar, es importante recalcar que hablamos de aquellos casos de un consumo desmedido de estas proteínas, y que en ningún caso se trata de un problema que tenga que ver con superar ligeramente el límite de proteínas indicadas.

Dicho esto, el primer efecto negativo derivado de este excesivo consumo de proteínas, es el aumento de la carga renal, que se puede traducir en problemas en el funcionamiento de los riñones. Esto se debe a que el propio riñón tiene que hacer un esfuerzo extra para eliminar los deshechos producidos por la digestión de estas proteínas, lo cual puede aumentar el riesgo de enfermedades renales.

En relación con este problema, un consumo excesivo de proteínas también puede conllevar una pérdida de calco a través de la orina. Y a determinadas edades, especialmente en edades avanzadas, la pérdida de calcio en nuestro cuerpo puede traducirse en la pérdida de masa ósea, que derive en todo tipo de problemas en los huesos, como puede ser la osteoporosis.

Otro de los aspectos más afectados por este tipo de dietas es el colesterol. Esto se refiere específicamente a las dietas en las que estas proteínas tienen un origen animal, ya que el exceso de este tipo de alimento puede aumentar en gran medida los problemas de colesterol en sangre, con el riesgo cardiovascular que esto conlleva.

Por último, pero no menos importante, una dieta en la que las proteínas tomen una importancia capital por el resto de otros macronutrientes, implica eliminar las ventajas que estos otros macronutrientes aportan a nuestro cuerpo, como es el caso de los carbohidratos o las grasas.

Con esto no queremos dar a entender que el consumo de proteínas sea nocivo, ni mucho menos, puesto que las dietas altas en proteínas son sumamente beneficiosas para la salud y son empleadas en ámbitos de lo más diversos. No obstante, como siempre ocurre, es importante consumir todo con moderación y en su justa medida, porque, como ha quedado demostrado una vez más, en exceso todo es malo.