¿Congelas esto? Estás cometiendo un gran error
Ciertos nutricionistas advierten sobre el peligro de congelar algunas hortalizas
En lo relativo a la comida, cada país cuenta con una cultura distinta. Y lo cierto es que si echamos un vistazo por encima a la cultura de la comida existente en España, existe una máxima que destaca por encima de todas las demás: la comida no se desaprovecha. Una ley no escrita que ha llevado a desarrollar ciertas prácticas.
Y entre la más común de estas prácticas, congelar todo tipo de alimentos es no solo una de las más habituales, sino también una de las más eficientes para contar con un amplio abastecimiento de comida y disfrutar de todo tipo de recetas sin necesidad de cocinar. Sin embargo, también es importante saber que, del mismo modo que ay alimentos que son perfectamente congelables, otros no lo son tantos.
Los alimentos que no debes congelar bajo ningún concepto
Es cierto que existen algunos alimentos que son altamente recomendables a la hora de ser congelados. Sin ir más lejos, todo tipo de carnes, frutas o vegetales, son muy útiles a la hora de congelar, ya que no solo se conservan bien, sino que mantienen intactos todos sus valores nutritivos. Por su parte, otros como el pan o las sopas, también son recomendables, dado a que se mantienen frescos durante un larguísimo periodo de tiempo.
Sin embargo, si bien estos alimentos son muy propensos a ser congelados, y se trata de una práctica del todo recomendable, lo cierto es que otros no lo son tanto, y puede que caigamos en el error de congelarlos y consumirlos sin saber que estamos cometiendo un error. Y dentro de esta lista de alimentos no recomendados para congelar, destaca en primer lugar el pepino ya que al descongelarse se vuelve blando, dado su alto contenido en agua.
Continuando por el terreno de las hortalizas, la zanahoria es otro de esos alimentos poco recomendable a la hora de ser congelado. Y los nutricionistas explican que esto se debe al mismo motivo que el pepino, ya que se ablanda al ser descongelada de nuevo, lo cual la convierte en un alimento únicamente apto para una salsa, y no para ser consumido en su uso original.
Lo mismo ocurre con la berenjena, un alimento que también incluye un alto contenido de agua. Del mismo modo que ocurre con los dos casos anteriores, se ablanda después de ser descongelada, pero en este caso es aún más grave, porque pierde sus valores nutricionales, lo cual lo convierte en un alimento ni siquiera apto para su consumo.
Cerrando la lista, y posiblemente para sorpresa de muchos, nos topamos con el tomate. Está terminantemente prohibido congelar esta hortaliza. No solo porque pierde su firmeza natural y se vuelve acuoso, sino porque, al perder sus valores nutricionales, se convierte en un alimento inapropiado para ensaladas o platos frescos, por lo que si tiene un tomate en tu congelador, lo mejor que podrías hacer para tu salud es tirarlo a la basura y comprar unos tomates frescos.