¿Cuál es el calzado ideal para el frío? Cuida tus pies este invierno con estos sencillos consejos
La transpirabilidad, la sujeción y los materiales que lo componen son algunos aspectos fundamentales a la hora de elegir tu calzado
A pesar de que aún falten más de tres semanas para que el invierno empiece de forma oficial en nuestro país, los termostatos de muchas ciudades ya marcan temperaturas bajo cero. Un hecho que cambia por completo gran parte de las actividades propias de nuestro día a día, desde nuestra vida social hasta nuestra decoración del hogar.
Recientemente, os hemos hablado sobre diversas formas para hacer de vuestro hogar un espacio caliente y agradable, tanto a través de diversas opciones eléctricas, como con otros aspectos que apuestan por el ahorro de energía. Sin embargo, no es solo en casa donde tenemos que mantenernos alejados de este frío, sino que en la calle también hace acto de presencia.
Por ello, además de nuestra rutina en casa, el frío invernal también cambia por completo nuestra forma de vestir. Y dentro de todos los aspectos que tenemos que tener en cuenta a la hora de protegernos del frío, es importante tener en cuenta que los pies y las manos son las partes de nuestro cuerpo que más desprotegidas están ante estas bajas temperaturas. Y ante esto, surge una duda: ¿Cuál es el calzado ideal para combatir el frío?
Los consejos para elegir el calzado perfecto durante el invierno
Recientemente también hablamos sobre los consejos a la hora de elegir el calzado ideal para hacer ejercicio al aire libre durante el invierno. Sin embargo, más allá del deporte, todas aquellas personas que trabajan al aire libre o recorren grandes distancias en invierno también necesitan encontrar el calzado perfecto para que sus pies no pasen frío. Y todo ello, por supuesto, sin dejar de lado la comodidad del calzado en sí.
El primer aspecto a tener en cuenta es, por supuesto, escoger el calzado que mejor se adapte a nuestras actividades. Y en este sentido, son muchos los factores que entran en juego, ya que no pasaremos el mismo frío trabajando en un sitio cerrado que en uno abierto, del mismo modo que no nos ofrecerá la misma comodidad un calzado pensado para temperaturas bajo cero que otros más ligeros.
En este sentido, otros de los aspectos fundamentales a tener en cuenta es la transpirabilidad del calzado. Un hecho recomendable en cualquier época del año, pero que cobra una importancia aún mayor cuando el frío llega. El motivo de esto es que evita la sudoración del pie, algo a lo que los zapatos de materiales sintéticos son muy propensos.
Y de la mano de esta disminución de la sudoración, nuestros pies no estarán tan expuestos al frío, ya que se mantendrán secos en todo momento. Del mismo modo, más allá de la transpiración, la sujeción al pie es otro aspecto clave, ya que el hecho de que un calzado no se adapte bien a nuestro pie puede no solo restarle comodidad, sino también permitir que el frío se cuele por cualquier recoveco.
Principalmente, es importante que la zona del talón quede perfectamente sujeta a nuestro pie, evitando que el calzado baile al dar un simple paso. De este modo, no solo ganaremos enormemente en comodidad y confort, sino que nuestro pie no estará tan expuesto al frío invernal.
Por otro lado, si eres de esas personas que trabaja al aire libre, las suelas antideslizantes serán tus mejores aliados. Y es que como todos sabemos, el invierno es una época muy propensa a todo tipo de precipitaciones, desde lluvia hasta nieve. Por ello, de la mano de un calzado que cuente con una suela de este tipo, podremos evitar caídas peligrosas a las que estamos especialmente expuestos cuando el suelo está mojado o repleto de nieve.
Si a todos estos consejos le sumamos unos calcetines gordos de algodón debajo de tu calzado, contamos con herramientas más que suficientes para convertir el frío invernal, y evitar llegar a casa después de cada salida a la calle con los pies entumecidos. No lo dejes a la suerte, apuesta sobre seguro y gana en comodidad y, sobre todo, en salud.