Dr. Carlos Luaces: “Fiebre, problemas respiratorios y digestivos están en el podio de las visitas de niños a Urgencias”

Analizamos con el Dr. Carlos Luaces cómo actuar ante algunas de las causas más frecuentes de las visitas de niños a Urgencias y las señales a las que los padres tienen que prestar atención

Dr. Carlos Luaces y Ricardo Aparicio

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Hablamos en esta nueva entrega de Canal Salud de pediatría, un tema absolutamente fundamental en el mundo de la salud, y nos vamos a centrar en las Urgencias. Los que hemos sido padres hemos tenido que correr en más de una ocasión, la mayoría de las veces cuando no hacía falta, ayudando así a colapsar el servicio. 

Para hablar de todo esto tenemos a un grandísimo experto: el Dr. Carlos Luaces, jefe del servicio de Urgencias pediátricas del Hospital San Juan de Dios de Barcelona que, entre los diversos centros que tienen, atienden entre 150.000 y 160.000 visitas todos los años. 

Entrevista al Dr. Carlos Luaces

¿Cuáles son las Urgencias más habituales?

El Dr. Luaces da una respuesta clara a esta pregunta: los más habituales son los procesos febriles, los respiratorios, los digestivos. En menos medida ya “se pueden encontrar problemas cutáneos y luego ya, un poquito más lejos, quedarían casos relacionados con pequeños traumatismos e incluso más a distancia podríamos señalar alguna intoxicación”.

“La fiebre, los problemas respiratorios y los digestivos estarían en el podio sin ninguna duda además a lo largo de toda la edad pediátrica, desde prácticamente los primeros meses de vida hasta la adolescencia. Quizá cuando el niño es un poco mayor, a partir de los ocho o diez años o incluso un poquito antes, ya descienden los procesos infecciosos o no son tan importantes pero, por ejemplo, pueden mantenerse los problemas respiratorios o gastrointestinales”.

Padres primerizos

Educar a los padres primerizos a utilizar las Urgencias cuando realmente hay que usarlas es uno de los retos a los que se enfrentan los pediatras. Tal y como explica el doctor es algo que intentan pero “faltaría a la verdad si dijera que lo conseguimos de forma notable”.

“La educación sanitaria, ese término que se utiliza tanto sobre cuándo o no se debe acudir al médico, es fácil entenderla en frío cuanto no tienes el problema delante. Cuando explicas que el niño que tiene fiebre la mayor parte de las veces son cuadros víricos que no tienen más importancia y que suele curarse espontáneamente, la mayor parte de la gente lo entiende sin problema. Pero cuando el propio hijo tiene fiebre te asalta la duda y ahí es cuando surge la consulta. Intentamos explicar y dar los medios para que se familiaricen o reconozcan algún signo o síntoma que pueda llamar la atención, pero la verdad es que no son profesionales y ante la duda suelen acudir. Ante todo no hay que bajar los brazos, dar buenos consejos y ayudar a las familias”.

¿Cómo actuar ante la fiebre?

Como apuntaba Carlos Luances, la fiebre es el motivo de consulta más frecuente. “Afortunadamente los niños, en la mayoría de las ocasiones son cuadros víricos pero evidentemente hay ese porcentaje mínimo que hay que descartar. Consideramos fiebre a partir de 38 grados, desde 37,2 hasta 37,8 sería lo que llamamos febrícula. Los niños por debajo de los tres meses de edad con fiebre, tienen que visitarse siempre”. 

El doctor explica que la fiebre es un “mecanismo de defensa del organismo” y aparece cuando hay una infección. “Por lo tanto, no hay que pelearse con la fiebre, sino tener claro cuál es la causa de ella”. 

“En el caso de los niños más mayores ya no es solamente la fiebre lo que valoramos. Es el estado general del niño, si hay otros signos que nos puedan ayudar. Si, por ejemplo, el niño tiene fiebre pero mantiene un buen estado general, sigue comiendo más o menos cuando le baja la temperatura, que por cierto, hay que tratarla cuando genera molestias al niño no solamente porque tenga fiebre. Si tenemos un niño a 38,3 y está jugando tranquilamente o viendo la televisión a este niño, no hay que darle un antitérmico porque justamente la fiebre le está ayudando a recuperarse. Si vemos que tiene un buen estado en general hay que esperar, los plazos son dos o tres días y a partir de aquí ver cómo evoluciona. Sin son fiebres altas hay que verlo”. 

Problemas respiratorios

“Los más habituales son lo que llamamos nosotros las crisis broncoespasmos que serían como las crisis de asma para los adultos. Son niños que tienen estas crisis de dificultad respiratoria, de ahogo, de repetición y son motivos de consulta muy frecuente.  Aquí sí que ayudamos a las familias a que lo identifiquen rápido, que pongan tratamiento rápido en casa, se trata de evitar al máximo el número de visitas a Urgencias y si lo pueden tratar en casa mejor”. 

Muchas veces a los cuatro o cinco años, si son estas crisis de broncoespasmos asociadas a infecciones víricas, suelen desaparecer,  por eso “no queremos ponerle la etiqueta de asma”.

La tercera causa más frecuente

Según apunta el doctor, vómitos, diarrea y dolor abdominal son consultas muy frecuentes. “En todas las patologías siempre tenemos una señal de alerta que es importante que no se nos escape. Cuando un niño tiene fiebre lo que nos preocupa es que el niño no tenga una infección bacteriana que requiere un tratamiento antibiótico. Cuando tienen un problema respiratorio, a parte de que pueda tener los bronquios cerrados,  que no tenga una neumonía o una infección respiratoria importante y por tanto, hay que descartarla. Los niños que tienen un dolor abdominal, la mayoría de las veces no es nada, pero hay que descartar que no haya un proceso quirúrgico detrás, como una apendicitis, que vaya a necesitar tratamiento”.

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Ricardo Aparicio
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