Podemos Andalucía lidera los recortes de personal en el partido de Pablo Iglesias: solo mantiene a 3 empleados

El partido gastó 660.000 euros menos en su plantilla en comparación con el año anterior

La secretaria general de Podemos Andalucía, Martina Velarde, junto a la exministra de Igualdad, Irene Montero, en Sevilla en enero de 2024.

La secretaria general de Podemos Andalucía, Martina Velarde, junto a la exministra de Igualdad, Irene Montero, en Sevilla en enero de 2024. Rocío Ruz / Europa Press

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Andalucía fue una de las pocas regiones que no tuvo elecciones autonómicas en 2023, pero las municipales pasaron factura a Podemos, quedándose con tan solo tres empleados en todo el territorio. Los gastos en personal cayeron un 84%, ahorrándose casi 660.000 euros en su plantilla. 

Así lo muestran las cuentas anuales del partido en 2023, publicadas recientemente. En 2022, Andalucía era una de las comunidades autónomas fuertes en cuanto a contratos, ya que el 13% de los 6 millones desembolsados a nivel nacional con ese fin pertenecían a la región andaluza. El año pasado, ese porcentaje disminuyó a un 2%, y el peso mayoritario se lo llevó País Vasco. 

Junto a una pérdida de votos, Podemos perdió también «subvenciones del Parlamento andaluz», razón principal de esos despidos. Raquel Martínez, secretaria de organización del partido morado en Andalucía, así lo ha confirmado a Economía Digital, aunque no ha revelado el número concreto de ceses. 

El informe económico de Podemos refleja esa caída de ingresos públicos. En 2022, recibió en Andalucía casi 700.000 euros, mientras que en 2023 pasaron a obtener por esa misma vía 160.000

Reducción de las pérdidas 

La otra vía de financiación de la formación política fueron las cuotas de los afiliados y las donaciones, de la que recaudaron 100.000 euros. En este caso, con respecto al año anterior, la diferencia fue del 19%, ya que en 2022 percibieron 24.000 euros más. 

El resultado del ejercicio de Podemos Andalucía se cerró con cifras negativas, alcanzando pérdidas de 58.000 euros. Aunque no ha sido de los peores resultados, como es el caso de Asturias, la Comunidad Valenciana y Madrid, llegando y superando en algunos casos los 200.000 euros de pérdidas. 

En 2022, las pérdidas andaluzas fueron aún mayores y superaron los niveles de las regiones que más gastaron el año pasado, con un resultado negativo de 255.000 euros. La diferencia principal entre el ejercicio pasado y el anterior fue, precisamente, el gasto en personal, porque el resto de los valores se mantuvieron en cifras similares. 

El partido, en Andalucía, obtuvo otros ingresos para la campaña de las elecciones municipales del 28M, a través de préstamos solicitados a la administración pública y a entidades de crédito. De la primera de ellas percibió 141.000 euros y de microcréditos, 72.500. 

Podemos Andalucía participó en las elecciones municipales de 2023 dentro de la coalición Con Andalucía, en la que compartió electores con Izquierda Unida, Verdes Equo y Más País. Obtuvieron el 6,48% de los votos, posicionándose como cuarta fuerza política, a un nivel parecido que Vox, pero muy alejado de los partidos mayoritarios, PP y PSOE. 

Financiación de origen público 

A nivel estatal, el partido también está en números rojos: en 2023, registró un resultado negativo de 4,7 millones de euros. Los ingresos fueron, en su mayoría, de subvenciones públicas, ya que, de los 8,5 millones recaudados, 6 de ellos proceden de esa vía de financiación. Pero esas ganancias fueron mucho menores que las del año anterior, cuando ascendían a casi 12 millones de euros. 

También percibieron menos en cuotas de afiliados a nivel nacional, ya que cayeron en 60.000 euros durante 2023. Para intentar compensarlo, los de Ione Belarra también han gastado menos, pasando de 11,5 millones a 10. Los despidos, de nuevo, son parte importante, ya que redujeron de ahí unos 640.000 euros. 

Fue a mediados del verano de 2023 cuando Podemos anunció un ERE que afectaba, en principio, a 45 trabajadores dependientes de los nueve centros territoriales que se han cerrado, en Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Cantabria, Galicia, Madrid y Comunidad Valenciana. La plantilla de su sede central también se vio reducida. 

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