El Valle del Hidrógeno verde, la inversión multimillonaria de Cepsa amenazada por el ‘impuestazo’

La empresa energética se replantea la apertura de dos plantas de producción del combustible sintético verde en Huelva y Cádiz, con una inversión asociada de 4.000 millones

Detalle de las instalaciones de Cepsa en el Parque Energético de La Rábida, en Huelva.

Detalle de las instalaciones de Cepsa en el Parque Energético de La Rábida, en Huelva. Francisco J. Olmo / Europa Press

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Cepsa apostó por la producción de hidrógeno verde en Andalucía, inversión que ahora se ve amenazada ante la posibilidad de que el impuesto extraordinario a las energéticas pueda convertirse en un gravamen permanente, según ha anunciado la empresa este viernes. 

El denominado ‘Valle del Hidrógeno verde’ supondrá, si sigue adelante, una inversión de 4.000 millones de euros y la generación de 12.500 puestos de trabajo, según los últimos datos aportados por el director de hidrógeno y energías limpias de Cepsa, Joaquín Rodríguez Jadraque, en el I Foro Europeo de la Red Transnacional Atlántica. 

El directivo simplicaba así el impacto que tendría el ‘valle verde’: «Si todo el parque móvil de una capital europea (por ejemplo, Madrid) fuera eléctrico, se evitarían menos emisiones que estos 7 millones de toneladas».

El proyecto de Cepsa contempla la creación de dos plantas para producir hidrógeno verde: una en San Roque (Cádiz) y otra en Palos de la Frontera (Huelva). La planta de San Roque se proyecta con una capacidad de electrólisis de 1 GW, destinada a descarbonizar actividades industriales y a la producción de e-amoniaco, aprovechando su cercanía al Estrecho de Gibraltar, por donde transita el 10% del tráfico marítimo mundial. 

La planta de Huelva, por su parte, está enfocada en la producción de biocombustibles, con una capacidad de 1 GW para generar e-amoniaco y metanol verde, ambos derivados del hidrógeno sostenible.  

Inversión adicional en energía solar y eólica 

Cepsa se proponía desarrollar, además, una cartera de proyectos eólicos y solares de 3 GW para generar la electricidad renovable que requiere la producción de hidrógeno verde, lo que implicará una inversión adicional de 2.000 millones de euros. Asimismo, la compañía trabajará junto a otros productores de energías renovables en Andalucía y el resto de España para facilitar la integración de estas plantas en el sistema eléctrico. 

Tras la reciente aprobación de la Modificación Sustancial de la Autorización Ambiental Integrada por parte de la Junta, Cepsa está preparada para producir hidrógeno y oxígeno mediante electrólisis del agua, usando energía renovable. Así, todo el hidrógeno generado se distribuirá, en principio, a través de un nuevo colector hacia diferentes consumidores, tanto dentro como fuera del Parque Energético La Rábida. Esto es parte del llamado ‘anillo de hidrógeno’, que, según el director de hidrógeno y energías limpias de Cepsa, conectará todas las fuentes y usos de hidrógeno. 

El objetivo es que este biocombustible sea asequible y no requiera grandes inversiones en almacenamiento. Se espera que la construcción empiece el próximo año y que las operaciones comiencen entre 2026 y 2027. 

La Junta veía que «podía suceder» 

Paralelamente, el Gobierno andaluz ha saltado rápidamente para asegurar que la reacción de Cepsa de congelar sus inversiones en Andalucía para dar prioridad a mercados internacionales «podía suceder». 

Esas son las palabras que ha utilizado la consejera de consejera andaluza de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, que ha añadido que lo venían «advirtiendo y señalando». Este mismo miércoles destacaba precisamente la importancia de los proyectos de hidrógeno verde para las empresas andaluzas y calificó la permanencia del impuesto de «agravio». 

El consejero de Industria, Jorge Paradela, ha recordado que estos son los proyectos más ambiciosos en la estrategia de España para el hidrógeno renovable y los de «mayor impacto en inversión y empleo». Además, ha criticado que esta decisión podría comprometer tanto los objetivos de España en la lucha contra el cambio climático como su aspiración de liderar la descarbonización económica en la Unión Europea. 

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