Unicaja se defiende del impago de incentivos a empleados y esgrime tres requisitos ante la Audiencia Nacional
La entidad financiera fundamenta su posición en la caída de los beneficios en 2023, mientras que los sindicatos se apoyan en el crecimiento registrado en el primer semestre de 2024
Unicaja se ha enfrentado este miércoles ante la Audiencia Nacional a la mayoría de los sindicatos por el impago de los incentivos de 2023, momento en el que ha sacado a relucir las condiciones que debían cumplirse para abonar dicha retribución.
Son tres: que el banco no alcance el presupuesto del ejercicio, que los resultados obtenidos sean positivos y que, además, estos superen los de entidades comparables. Específicamente, la lista de entidades con las que se equipara incluye a CaixaBank, Banco Sabadell, Bankinter, Kutxabank, Abanca e Ibercaja.
La entidad malagueña ha decidido «no hacer comentarios» ante preguntas de Economía Digital. Pero, según lo manifestado por el vicesecretario general del sindicato Suma-T, Antonio Blázquez, Unicaja ha asegurado en el juicio que no han alcanzado ninguna de las tres condiciones, y que, con el incumplimiento de solo una de ellas, «ya no se pagarían los incentivos».
En concreto, la agrupación demandante ha sido CCOO, pero han secundado la acción CSIF, CESICA y Suma-T. El vicesecretario general de este último sindicato ha asegurado que, además, muchos empleados no conocían estas restricciones: «A diferencia de otros años, en 2023 no se emitió una circular informando sobre estos incentivos». La consecuencia, desde su punto de vista, es «una plantilla que está actualmente desmotivada».
Tres condiciones, tres respuestas
La respuesta de los sindicatos ante el primer punto, el menos controvertido, sobre el presupuesto del ejercicio, es que no les dieron, ni tienen todavía acceso a las cifras específicas cuando la solicitaron el pasado 18 de mayo.
Con respecto a los resultados obtenidos por Unicaja, la compañía alega una bajada en los beneficios en 2023 del 4%, según también se puede comprobar en las cuentas publicadas el pasado 6 de febrero.
Pero Maribel Casquet, secretaria general de CCOO en Unicaja, ha asegurado que «los resultados no son tan apocalípticos» como lo han presentado. Una de las razones es que parte de los empleados sí se vieron beneficiados por el pago de entre un 50% y un 60% del total previsto, según lo explicado por Isidro Rubiales, CEO de Unicaja, en la presentación de los resultados del primer semestre de 2024. «Los accionistas recibieron 130 millones», ha sostenido Casquet.
Y los resultados de los primeros seis meses de este año vuelven a ser positivos. La entidad financiera ha obtenido un beneficio neto de 294 millones de euros, lo que supone un incremento del 98,7% en tasa interanual y 146 millones más.
En respuesta a la última condición impuesta por Unicaja para la retribución de incentivos, Suma-T defiende que las entidades que se enumeran son, por el contrario, «para el cálculo de una paga variable en función de resultados».
Acuerdo firmado en diciembre
Así se acordó en el acuerdo firmado el 27 de diciembre de 2023, cuando también «se actualizaron los importes por el desempeño de responsabilidad en puestos de oficina y se vinculó un pago adicional dentro de una subida salarial», según han detallado fuentes de CESICA. «Fue un acuerdo importante», han valorado, porque lo venían reclamando desde la crisis de 2008.
Y Blázquez lo ha calificado como «un esfuerzo tremendo» por parte de la compañía. Aunque, ha añadido, «hubiera sido una oportunidad fantástica para haberse metido a la plantilla en el bolsillo si hubieran hecho el pago de los incentivos» y si hubieran aprovechado la coyuntura por el reciente nombramiento de Rubiales y la consecuente remodelación de la cúpula directiva.
Pero Unicaja acumula tensiones entre sus empleados, y la semana pasada afrontó una nueva denuncia, esta vez ante el Tribunal Supremo, por una diferencia salarial de los empleados procedentes de Liberbank con respecto al resto de trabajadores.