La sevillana Govera y Sonaca obtienen el permiso de Bruselas para adquirir Aciturri
Sonaca y Aciturri combinarán su experiencia para posicionarse como el tercer mayor proveedor independiente del mundo

Sede de Aciturri. Archivo Aciturri
La Comisión Europea da su visto bueno a la compra conjunta de la empresa aeronáutica Aciturri por la sevillana Govera Inversiones y la belga Sonaca, al concluir que la operación no tendrá un impacto negativo en el espacio económico europeo, tal y como han comunicado.
Este movimiento afecta especialmente a Andalucía, donde Aciturri tiene tres plantas ubicadas en Puerto Real, El Puerto de Santa María y en Sevilla.
Según indican los servicios comunitarios, la operación afecta principalmente al sector de aeroestructuras de tecnología avanzada y pieza de motor aeronáuticos. Tras someter la operación a examen, Bruselas considera que no plantea problemas de competencia porque son limitadas las posiciones que cada marca ocupa en el mercado compartido.
El expediente fue notificado al Ejecutivo comunitario el pasado 28 de febrero y ha sido examinado bajo el procedimiento simplificado que se aplica a los casos menos problemáticos.
A finales de 2024, Aciturri y Sonaca llegaron a un acuerdo para adquirir el 51% del negocio de aeroestructuras de Aciturri, con el objetivo de posicionar a ambas compañías como líderes globales en el desarrollo del avión del futuro. Dentro de la operación, se detalla que, tanto los accionistas españoles como belgas seguirán involucrados activamente en su gestión y dirección.
Una alianza clave para el sector
Con esta alianza, el sector aeronáutico da un paso clave hacia el futuro, formando un grupo industrial de primer nivel, compuesto por aproximadamente 6.200 profesionales en siete países y con una facturación superior a los 1.100 millones de euros en 2024.
Sonaca es especialista en estructuras metálicas, y Aciturri líder en materiales compuestos. Ambas combinarán su experiencia para posicionarse como el tercer mayor proveedor independiente del mundo en su sector, excluyendo las filiales de los fabricantes originales de aviones y motores (OEM).
Además, esta alianza reforzará los esfuerzos para crear un avión de bajas emisiones de carbono en 2035 y alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050, alineándose con los compromisos ambientales globales expuestos en el sector.
Aprobado el acuerdo, ambas compañías trabajarán en la integración operativa, asegurando la continuidad de sus actividades en todas las sedes actuales y manteniendo los equipos de gestión en cada país. La operación está sujeta a la aprobación de las autoridades regulatorias correspondientes.