La fórmula de Silbon para facturar 100 millones en 2025: «No desviar el foco de España, pero ser internacionales»

La marca de ropa Silbon facturó el año pasado 50 millones de euros, y su CEO, Pablo López, prevé llegar a los 70 millones en los próximos meses y a la cifra de 100 millones a finales de 2025. Su apuesta la tiene clara, según ha asegurado a Economía Digital: tener presencia internacional, pero «no desviar el foco de España». 

Actualmente, la firma cuenta con dos tiendas boutique situadas en París, ciudad en la que la compañía tiene previsto seguir expandiéndose, y los primeros puntos de venta inaugurados en las ciudades portuguesas de Oporto y Lisboa. A estas se unen tres tiendas en México de la mano de Palacio de Hierro. 

Se unirán a estas ubicaciones, en los próximos meses, «Andorra, Chile y Perú», ha adelantado López. Específicamente, en estos dos últimos están «buscando inversores», pero en el país colindante abrirán una tienda multimarca, gracias a un «acuerdo cerrado recientemente».

Estrategia nacional 

Precisamente una de las principales líneas de crecimiento de Silbon a nivel nacional, para consolidar ese 90% del total de las ventas en España, pasa por los comercios locales que acogen diferentes marcas. En 2024, han obtenido por esta fuente 2 millones de euros, y el CEO vaticina que se multipliquen esos ingresos por cuatro a lo largo del año que viene. 

Pablo López también espera «la maduración» de las 35 tiendas propias que han abierto en los últimos 10 meses, y con los que han logrado crecer, en ese mismo periodo, un 46% en cuanto a ventas. En 2025 abrirán otros 30 puntos de venta nuevos en «la zona donde más caben, en Castilla-La Mancha, Castilla y León, la cornisa cantábrica y Cataluña». 

Y otro de sus puntos fuertes es el canal online, que «está creciendo muy fuerte, a un ritmo del 40%», ha sostenido el CEO de la empresa cordobesa. 

Suben los costes, los precios y el gasto en publicidad 

Su estrategia también pasa por «invertir en publicidad y mostrar el valor de la marca». La razón es que Silbon se provee en un 30% de Asia (principalmente, Bangladesh y China), otro 30% de países cercanos como Turquía y Marruecos, mientras que la mayor parte se la lleva España y Portugal, con el 40% restante. 

El fundador de la compañía asegura que su empresa «sortea las crisis internacionales» con relativa facilidad, al no depender demasiado de zonas conflictivas. Pero sí que se enfrentan a una subida de los costes peninsulares, «que no paran de crecer». 

La respuesta de Silbon ha sido «generar una imagen de marca que permita defender los precios», también en aumento, de la compañía. Esto contrasta con la estrategia inicial, ha señalado López, ya que, cuando comenzaron en 2009, eran «de los más baratos» en el sector, en comparación con los competidores directos. 

En la misma línea de mostrar el valor de su marca, Silbon también apuesta por la sostenibilidad y ha creado un sistema denominado ‘Second Life’, mediante el cual los usuarios pueden depositar en las tiendas ropa antigua de la marca, ellos obtienen saldo para gastar en Silbon y esas prendas se vuelven a vender a precios más bajos. 

El objetivo es, además, ser accesibles a clientes «con un poder adquisitivo menor». La empresa gasta unos 4 euros por prenda en los trabajos internos, lo que se compensa con los precios de la ropa que vuelven a poner a la venta y genera, finalmente, «una cuenta de resultados igual a cero euros», ha concluido Pablo López.