Moleaer convierte su filial española en un hub de producción internacional con una inversión de 2,4 millones
La empresa estadounidense dedicada a la tecnología para la agricultura y la acuicultura prevé que su planta de Almería sea proveedora de sus factorías en Chile y en Noruega

Generador de nanoburbujas de Moleaer en un cultivo. Imagen: Moleaer
La compañía tecnológica Moleaer ha invertido 2,4 millones de euros en su filial española, ubicada en Níjar (Almería) con el fin de potenciarla y así mejorar la provisión a sus plantas en Chile y en Noruega.
Se ha expresado así a este periódico Nick Dyner, CEO de la empresa de origen estadounidense, quien además ha explicado que se instalaron a principios de 2024 «específicamente en Almería para estar más cerca de nuestros clientes agrícolas» y ahora el objetivo es «aumentar sus capacidades de producción e ingeniería».
Moealer se dedica a la producción de nanoburbujas mediante una tecnología desarrollada originariamente en Japón y que la compañía ha trasladado a una escala industria. En concreto, son burbujas extremadamente pequeñas, con un tamaño inferior a 200 nanómetros (unas 2.500 veces más pequeñas que un grano de sal).
Su utilidad se aplica en sectores como la agricultura y la acuicultura, donde son especialmente útiles porque se logra que la cantidad de oxígeno introducida en el agua sea mucho más duradera. Como consecuencia, las empresas pueden ahorrar recursos hídricos a largo plazo y mejorar la calidad de las plantaciones y de los tanques.
Foco en el mercado español
Dyner ha argumentado que, «hace tres años, Moleaer reconoció la necesidad de reforzar su presencia en Europa dada la oportunidad de mercado por el deseo europeo de adoptar soluciones más sostenibles y la necesidad de apoyar mejor a sus clientes».
Estableció así una planta de ensamblaje en España, construyó cadenas de suministro locales y europeas, y aprovechó el personal especializado de la región. Y abunda el CEO de la empresa: «Esto fue clave para expandir nuestro negocio y llevar nuestra tecnología patentada de nanoburbujas a mercados y clientes que pueden beneficiarse de nuestra misión y visión».
En este país europeo Moleaer detectó una «mano de obra altamente cualificada en ingeniería de aguas y procesos» y una cartera de clientes específicos. Por ejemplo, en Galicia localizaron una gran demanda de su tecnología en la gestión de aguas residuales y en acuicultura, mientras que Andalucía destaca por su tradición agrícola.
En la provincia de Almería, sin ir más lejos, ha puesto de relieve que es «una de las mayores concentraciones de invernaderos de Europa», plantaciones en las que se producen entre 2,5 y 3,5 millones de toneladas de frutas y hortalizas al año.
El valor diferenciador del mercado, desde el punto de vista de Dyner, es que «España es una región con estrés hídrico, por lo que reconoce el valor del agua y la escasez emergente de agua y está bien posicionada para beneficiarse de la tecnología» de las nanoburbujas.
Adaptación de la tecnología
Para aterrizar en Andalucía, la empresa desarrolló el año pasado un generador específico, llamado ‘Indalo’ y «diseñado para resistir las condiciones climáticas del sur de España».
Pero ha anunciado recientemente además una expansión en su línea de productos de riego con cuatro nuevas incorporaciones de tecnologías, con el fin de que sus soluciones «sean más accesibles y asequibles para productores de todos los tamaños, regiones y métodos de cultivo».
Tres de ellas (Lotus PLUS, NEO B y la serie Trinity) se han lanzado en España, mientras que NEO Ozono, la restante, está disponible en México y Estados Unidos. En el sector agrícola, eje principal de su crecimiento expansivo, Moleaer ya cuenta con más de 1.000 instalaciones repartidas por todo el mundo.
En términos globales, sin embargo, el total ronda los 2.500 generadores de nanoburbujas en unos 55 países.