Maersk, naviera de referencia del Puerto de Algeciras, penaliza el tráfico por Barcelona por la congestión
La empresa de transporte marítimo ya se quejó hace unos meses de la saturación existente tanto en el enclave catalán, como en el algecireño
Maersk advierte una vez más del colapso que sufre en el Puerto de Barcelona, por lo que la principal naviera de Algeciras ha extendido la medida de aplicar un recargo de 45 euros «a todos los transportes por camión desde y hacia el Puerto de Barcelona».
Esta norma viene precedida por un contexto de saturación. A finales de julio, ya avisó de que en el puerto catalán existían «colas congestionadas y tiempos de espera cada vez mayores, junto con una alta utilización de los patios y restricciones en la descarga de contenedores vacíos de los feeder». Y también se quejó en dicha ocasión de «altos niveles de densidad en los patios» en el Puerto de Algeciras.
Inicialmente, la solución que planteó la empresa danesa en el enclave barcelonés fue apostar «por una estrecha coordinación con la terminal para reducir el impacto» y barajaron la posibilidad de omitir su parada en la capital catalana, con el objetivo de «reducir la congestión».
Pero días más tarde avisó de que aplicarían un sobrecargo para cada camión que entre o salga de su terminal. La medida, como si de un impuesto se tratara, desincentiva el uso de las instalaciones de Maersk en Barcelona, mientras las alternativas son complejas.
Ahora, «debido a la continuidad de la situación en el Puerto de Barcelona», tal y como aclara Maersk en un comunicado, siguen «experimentando retrasos significativos en las operaciones de transporte por carretera».
Y añade la naviera, señalando las causas: «Esta congestión es el resultado del aumento del volumen de carga que ha afectado la eficiencia de nuestros servicios de transporte». Así que, concluye, «mantener el recargo es esencial para cubrir esta situación inesperada y garantizar la seguridad de las operaciones en la cadena de suministro».
Pérdidas en Maersk
La compañía, dueña del segundo mayor operador de transporte marítimo de mercancías, ha acumulado pérdidas en los primeros seis meses del año debido a las tensiones en el Mar Rojo. Sin ir más lejos, el consejo de administración decidió en febrero suspender su programa de recompra de acciones de 12.000 millones de dólares (10.990 millones de euros) hasta que las condiciones del tráfico marítimo se estabilizaran.
Hasta junio, logró un beneficio neto atribuido de 975 millones de dólares, unos 893 millones de euros al cambio, lo que supone una caída del 73,9% respecto del obtenido durante el mismo periodo del año anterior.
Y la facturación alcanzó los 25.126 millones de dólares (23.012 millones de euros), un 7,6% menos. Por su parte, los ingresos de la división de transporte marítimo de mercancías disminuyeron un 11,8%, hasta los 16.379 millones de dólares, que se traduce en 15.001 millones de euros.
La facturación de la rama logística también sufrió una caída, del 4,1% en este caso, hasta los 7.136 millones de dólares (6.536 millones de euros). Aunque la de la rama de terminales mejoró: en concreto, en un 14,3%, hasta los 2.088 millones de dólares (1.912 millones de euros).
Nueva alianza
A pesar de las bajadas en todas las cifras económicas, la naviera, en el mismo mes en que anunció la paralización su programa de recompra de acciones, también presentó la ‘Gemini Cooperation’, una nueva alianza con la naviera china Hapang-Lloyd.
Las compañías se están planteando dos opciones: o dan servicio a través del conflictivo canal de Suez, o se decantan por circunnavegar África y rodear el Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica.
Lo decidirán en octubre, pero el paso por el sur del Mar Rojo supondría un ahorro de costes operativos para las líneas de contenedores. La duda existe por los recientes ataque hutíes a los buques mercantes en esa zona, lo que ha llevado a las navieras a adoptar rutas menos eficientes, pero más seguras.
De momento, tanto si eligen una opción como la otra, la Federal Maritime Commission (FMC), la agencia federal independiente responsable de regular el sistema de transporte marítimo internacional de Estados Unidos, ha dado luz verde este mes a dicha cooperación.