ITM Group se topa con la oposición de la asociación de pisos turísticos de Granada en su llegada a Motril

La organización esgrime tres argumentos que la Autoridad Portuaria de Motril, ya involucrada en el conflicto, desmiente

Cruceristas se bajan de un crucero en el Puerto de Motril.

Cruceristas se bajan de un crucero en el Puerto de Motril. Imagen: Autoridad Portuaria de Motril

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La concesión a ITM Group para construir y gestionar una terminal de cruceros en el puerto de Motril ha generado tensiones entre la Autoridad Portuaria y Avitar Granada, la asociación de apartamentos y viviendas turísticas de la provincia. 

La organización se ha mostrado contraria al proyecto, alegando que la infraestructura provocará una masificación turística en Granada, pondrá en peligro la sostenibilidad y carece de precedentes comparables en España y Europa. Además, ha acusado al puerto de permitir un precio de concesión, que podría extenderse hasta 75 años, excesivamente bajo. 

Uno de los principales argumentos de Avitar Granada contra el proyecto es la previsible llegada masiva de cruceristas a la ciudad. La asociación advierte que el puerto de Motril podría recibir hasta cuatro megacruceros simultáneamente, transportando a más de 25.000 pasajeros en un solo día. Esto, afirman, transformará Granada en un destino saturado, afectando negativamente la calidad del turismo en la región.

En respuesta, José García Fuentes, presidente de la Autoridad Portuaria de Motril, defiende que el proyecto no generará problemas de masificación, ya que la capacidad máxima de la terminal será de «10.000 pasajeros». 

En declaraciones recientes, ha subrayado además que la terminal de ITM Group será sostenible y que el impacto económico será positivo para Granada y la Costa Tropical. García Fuentes asegura que la capacidad de absorción turística de la provincia, junto con las rutas y servicios planeados, evitarán la saturación. 

Una inversión en la media de otros proyectos 

Avitar Granada también cuestiona la singularidad del proyecto, calificándolo como único en Europa debido a su carácter privado. La asociación afirma que no existe otro puerto en España ni en el continente que haya otorgado una concesión similar para una terminal de uso exclusivo. 

Por su parte, la Autoridad Portuaria sostiene que la concesión no es inusual. García Fuentes mencionó terminales gestionadas por navieras en otros puertos, refutando así este argumento del presidente de Avitar Granada, Antonio Jesús Castillo. Un ejemplo claro es el del Puerto de Barcelona, donde MSC Cruises y Carnival operan infraestructuras similares bajo concesiones administrativas. 

Otro punto de fricción es el coste de la concesión. Según Avitar Granada, el puerto ha «vendido» la terminal a «precio de saldo» al firmar una cifra de 30 millones de euros. La Autoridad Portuaria de Motril otorgará así a ITM Group derechos sobre 60.296 metros cuadrados de superficie terrestre y 72.270 metros cuadrados de lámina de agua por un periodo de 50 años ampliables a 75. La asociación argumenta que estas condiciones son excesivamente favorables para una multinacional. 

Comparado con los proyectos antes nombrados, en Barcelona, el acuerdo alcanzado está en la media. La terminal de Carnival en dicho enclave marítimo fue construida tras una inversión de 30 millones de euros, o el proyecto de MSC Cruises en el mismo puerto, tuvo un coste de 33 millones. 

El modelo de negocio de ITM Group 

El proyecto de ITM Group, conocido como «Puerto de la Alhambra», contempla la construcción de una terminal privada, diseñada para ofrecer «servicios de alta calidad» y que se espera que esté operativa a partir de 2027

ITM Group es una multinacional con sede en México y es líder en la gestión de terminales de cruceros en el Caribe. Con este proyecto, busca expandirse en Europa, aprovechando la cercanía de Granada y su principal atractivo turístico, la Alhambra. 

Pero la compañía también se dedica a otros dos negocios: el desarrollo inmobiliario y lo que denominad «hospitalidad y entretenimiento». En esta primera categoría se recogen «casas, apartamentos y bloques residenciales», mientras que la segunda comprende instalaciones para acoger eventos de todo tipo. 

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