La multinacional mexicana ITM Group invierte 30 millones en una terminal de megacruceros en Granada
La asociación de pisos turísticos la ciudad nazarí se opone rotundamente al proyecto al considerarlo «insostenible», mientras que la Junta de Andalucía lo defiende
La empresa multinacional ITM Group invierte 30 millones en el Puerto de Motril para su proyecto ‘Puerto de la Alhambra’, una terminal de megacruceros con capacidad de recibir en torno a 20.000 viajeros en un solo día.
La compañía mexicana prevé empezar las obras en 2025, tras la reciente concesión de 60.000 metros cuadrados por un periodo de 50 años (ampliables a 75 años) para la construcción de una terminal privada por parte del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.
Dicho proyecto garantiza además que atraquen de manera simultánea al menos 4 megacruceros a partir de 2027, cuando la empresa promotora tiene previsto empezar su explotación. La terminal privada contará también con espacios de ocio y tiendas de marcas de franquicias y souvenirs.
Los cruceristas podrán visitar Granada, con una media de 9 nueve horas para hacerlo e incluyendo la ida y la vuelta al ‘Puerto de la Alhambra’.
Oposición de Avitar Granada
Pero la Asociación de apartamentos, viviendas turísticas y alojamientos rurales de Granada (Avitar Granada) ha criticado dicha inversión en la provincia de Granada, al valorar que dichos turistas «no desayunarán, apenas almorzarán, no comprarán, ni acudirán a ningún espectáculo y tampoco pernoctarán en ningún establecimiento».
Desde su punto de vista, lo que denominan «masificación turística» haría «insostenible económica y medioambientalmente la provincia». Con respecto a este segundo punto, el presidente de la asociación, Antonio Jesús Castillo, ha señalado que harían falta «más de 120 autobuses» para desplazar a los cruceristas de solo uno de los cuatro cruceros.
Castillo teme las consecuencias para la ciudad, ya que los cruceristas que irán al Albaicín duplicarán en número a los habitantes del propio barrio, lo que considera que será «un caos total». Y denuncia que el Ayuntamiento de Granada acusa a las viviendas de uso turístico (VUT) de «ser las únicas responsables de la turistificación».
El presidente de Avitar Granada también ha señalado que, debido a la saturación en monumentos como La Alhambra, al resto de turistas tampoco «les será atractivo visitar una ciudad masificada». Y ha puesto de relieve que la ciudad de Granada está a 70 km de la costa, por lo que el desplazamiento de cruceristas «incrementaría las caravanas en el tráfico», además de suponer «mayor contaminación acústica y ambiental».
La Junta considera el lado positivo
Esta visión se opone a la de la Junta de Andalucía. Arturo Bernal, consejero de Turismo y Andalucía Exterior, en una de sus recientes conversaciones con este periódico se mostraba a favor de los cruceros, al considerarlo un elemento positivo para el turismo.
Por un lado, Bernal lo defendía como una oportunidad de aportar visitantes a muchos destinos de la región, pero también como un elemento que facilita la conexión aérea con Estados Unidos.
Los datos de los cruceristas sirven a la Consejería para lograr una mejor conectividad aérea. Bernal ponía el ejemplo de Málaga, ya que el puerto de Sevilla no tiene las condiciones de seguridad para que puedan maniobrar los actuales megabuques que tienen 7.000 cruceristas y 3.000 empleados a su servicio.
Y añadía: «Dentro del business case que prestamos a las aerolíneas, incluíamos cuántos americanos venían a Málaga para coger un barco y hacer un tour por el Mediterráneo». Como conclusión, el consejero deducía que los cruceros «ayudan a tener vuelo directo con Estados Unidos».
A la vez, el consejero era consciente de que la llegada de cruceros puede crear aglomeraciones puntuales que «complican el tránsito» pudiendo ser factor puntual de «incomodidad» pero ponía mayor énfasis en la dispersión que tienen los cruceristas una vez llegan al puerto.