Greening emite bonos verdes con la esperanza de reducir sus deudas y avanzar con la estrategia 2024-2026
La empresa granadina empezó a ser participada por Sabadell en 2023 y cerró dicho ejercicio con una facturación de 100 millones de euros
Greening Group ha lanzado un programa para conseguir 30 millones de euros a través de la venta de bonos verdes, pero con una primera fase que será de 20 millones. El objetivo, según ha dado a conocer la propia empresa a través de del Mercado Alternativo Bursátil, BME Growth, es «optimizar su estructura de deuda financiera» e «impulsar su estrategia de crecimiento».
Un bono es una forma de financiación similar a un préstamo, ya que estos se venden a inversores bajo el compromiso de devolver el dinero con intereses pasado un tiempo. En este caso, el plazo acordado es de 1 a 5 años, y se denomina ‘verde’ porque la compañía asegura que las cantidades recaudadas se usarán exclusivamente para proyectos sostenibles.
La entidad financiera Renta 4 Banco les está asesorando en todo este proceso, encargándose también de vender los bonos a posibles inversores. Pero el grupo también cuenta con la participación, desde 2023, del Banco Sabadell, con quien «suscribió un contrato de liquidez con objeto de que este último pueda realizar operaciones de compraventa de acciones de la sociedad en BME Growth».
Por ende, el banco catalán tiene bajo su poder 81.300 acciones, lo que supone el 57% del capital social.
«Diversificación de fuentes de ingresos»
Con respecto al primer fin de la actuación financiera de la compañía granadina, la deuda, las últimas cuentas anuales del grupo ya recogían que esperaban para 2024 «una sólida diversificación de fuentes de ingresos».
En 2023, Greening duplicó su facturación, pasando de 44 millones de euros anuales a 100, y las causas fueron «el fuerte aumento de actividad de la línea de negocio Generación, donde se ha conseguido incrementar la cartera de una forma muy importante». Esta pata del negocio está enfocada, como indica su propio nombre, en la construcción de plantas para la producción de energía eléctrica y biogás.
También destacó «la importante evolución de la cartera de Soluciones», más enfocada a actividades como al autoconsumo industrial, almacenamiento de energía o eficiencia energética de entidades tanto públicas como privadas.
Pero para sacar adelante dicho proyecto necesitó un capital previo, por lo que se multiplicaron por siete los gastos financieros como consecuencia, llegando a los 2,2 millones de euros. La deuda hasta 2023 ascendía a un total de 40 millones.
En el primer semestre de 2024 la evolución en este sentido no ha sido positiva, ya que solo el gasto financiero de esos seis meses supera el total del ejercicio anterior al registrar una cifra de 2,6 millones de euros.
Cabe destacar, además, que la compañía energética se sirve en la mayoría de las ocasiones de la herramienta ‘project finance’, enfocada a proyectos de gran envergadura y a largo plazo. Este tipo de operaciones se diferencia de otros porque el proyecto en sí mismo, es decir, los activos y el flujo de caja generados por el proyecto, sirven como garantía para el financiamiento.
Como resultado, Greening cerró 2023 con un beneficio de 3,3 millones de euros y, en el primer tramo de 2024, con un millón.
Una expansión basada en 4 pilares
En cuanto al crecimiento previsto, la propia sociedad lo denomina «Plan Estratégico y de Transformación 2024-2026». El primer paso era salir a BME Growth, objetivo que alcanzó en 2023, pero ahora está enfocada en 4 pilares: internacionalización, multitecnología, alianzas y rotación de activos.
Para llegar a ese primer fin, Greening «no contempla la entrada en nuevos países, sino que se centra en consolidar y expandir su presencia en los mercados donde ya opera: España, Italia, Alemania, Francia, México y Estados Unidos».
Con respecto a la multitecnología, la empresa quiere «convertirse en productor de energía independiente mediante baterías, biometano, hibridación con eólico», todo lo necesario para «cubrir todos los perfiles horarios de generación».
Con vistas a lograrlo, la sociedad también necesita de alianzas «con socios locales (no solo españoles) que le den el músculo financiero necesario para acelerar el crecimiento de capacidad adicional». Y otra herramienta que utilizará será la rotación de activos o la venta de parte del pipeline (450 MW) para «obtener los fondos que permitan financiar la construcción de la cartera de proyectos propios (800 MW) sin la necesidad de ampliar capital».