Las empresas de Gibraltar y Cádiz advierten de las «desastrosas consecuencias» de no alcanzar un acuerdo con la UE
El Grupo Transfronterizo llama a los negociadores a tener altura política para conseguir un acuerdo que ofrezca "respuesta a las aspiraciones de la ciudadanía de ambas comunidades"
Detalle del aeropuerto en el día previo del National Day en Gibraltar, a 9 de septiembre de 2024 en Gibraltar. Foto: Joaquin Corchero / Europa Press.
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El Grupo Transfronterizo, colectivo incluye a las cámaras de comercio y sindicatos de Gibraltar y Cádiz, además de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de La Línea y la Confederación de Empresarios de la Provincia de Cádiz, ha expresado su preocupación acerca de la marcha de las negociaciones del tratado llamado a regular las futuras relaciones de Gibraltar con la Unión Europea.
En este contexto, han llamado a los negociadores a tener altura política para que sean capaces de alcanzar un acuerdo que ofrezca respuesta a las aspiraciones de la ciudadanía de ambas comunidades.
Desastrosas consecuencias
Después de lamentar la «inaceptable» incertidumbre a la que se tiene sometida a la zona «desde hace demasiado tiempo», ha alertado acerca de las «desastrosas consecuencias» que tendría una ruptura sin acuerdo.
«No alcanzamos a entender como tras el compromiso político alcanzado en el Acuerdo de Nochevieja los responsables políticos se muestran incapaces de suscribir un tratado que de certidumbre de futuro al Campo de Gibraltar y a Gibraltar», ha lamentado.
A pesar de que han aplaudido las declaraciones de buena voluntad que en reiteradas ocasiones han ido realizando los representantes de las partes negociadoras, han reclamado poner punto final a la «situación de precariedad» que atraviesa la zona.
A su parecer, alcanzar un acuerdo es necesario para acabar con el paso fronterizo, pero también para impulsar el desarrollo de la Zona de Prosperidad Compartida e incentivar las políticas de buena vecindad.
El grupo se ha mostrado convencido de que cualquier escenario sin acuerdo sería «demoledor» para los intereses de la ciudadanía del Campo de Gibraltar y de Gibraltar, así como un «enorme fracaso político» para los actores implicados.
