Gestamp admite que su apuesta por el coche eléctrico no avanza «como se había previsto» pero mantiene la inversión
El productor de piezas de automoción planea cubrirse las espaldas, mientras tanto, con una cartera de pedidos de 51.100 millones de euros y una reducción de los gastos operativos

Francisco J. Riberas, presidente ejecutivo de Gestamp, durante su intervención en la jornada profesional ‘Los retos globales del sur de España’. Imagen: Cesur
Gestamp ha reconocido este jueves la incertidumbre que rodea la transición hacia el vehículo eléctrico. Su presidente ejecutivo, Francisco J. Riberas, ha admitido que la industria atraviesa un momento de «gran inestabilidad» y que el ritmo de adopción de esta tecnología no ha sido el esperado, a pesar de ser su apuesta y foco en los últimos años.
Y, en ese sentido, ha señalado durante su intervención en las jornadas organizadas por la Asociación de Empresarios del Sur de España (CESUR) que «existe un nivel de inseguridad enorme en la industria y también en los consumidores».
Las declaraciones llegan precisamente después de varios años de fuerte inversión de la compañía en soluciones para el vehículo eléctrico y tras desarrollar tecnologías para aligerar el peso de los coches y mejorar su autonomía.
Pero el frenazo en la penetración de los modelos eléctricos, especialmente en Europa y Norteamérica, ha generado dudas en la compañía. «La transición no se está cumpliendo como se había previsto en el corto plazo», ha afirmado Riberas.
Aunque también se ha mostrado optimista y también ha vaticinado una penetración de este modelo automovilístico a largo plazo, por lo que los planes y los objetivos de Gestamp «se mantienen».
Insistencia en el vehículo eléctrico
Por esta razón, la compañía sigue adelante con su jugada a favor de los vehículos eléctricos. Pero, mientras llega y no el momento del esperado despegue, Gestamp pretende aplicar «mejoras operativas que minimicen el impacto de la menor producción de vehículos que seguirá afectando al mercado a nivel mundial».
La productora de componentes para coches prevé que los «volúmenes de producción para 2025 se mantengan en línea con el 2024, en torno a los 89 millones de vehículos». Y por este motivo se ha amparado en una cartera de pedidos de 51.100 millones de euros, una cifra que desde su perspectiva «respalda los objetivos de ingresos para el período 2025-2029».
En ese proceso, Riberas tampoco descarta diversificar, ante una facturación en 2024 algo menor que la del ejercicio anterior: «En un contexto de alta incertidumbre, volatilidad y un crecimiento limitado del mercado, debemos volver a los pilares de nuestra estrategia y buscar nuevas oportunidades de generación de valor».
Resultados en línea con la incertidumbre
El discurso del presidente ejecutivo llega además pocas semanas después de la presentación de los resultados anuales de Gestamp en 2024, cuando la compañía ha alcanzado unos ingresos de 12.001 millones de euros y un EBITDA de 1.319 millones.
Estas cifras, desde el punto de vista de Riberas en el comunicado con ocasión de dicha publicación, cumplen con las previsiones, «pese a haber vivido uno de los entornos más adversos de los últimos años». A lo largo del ejercicio, la producción de vehículos ligeros ha caído un 1,1%, situándose en 89,4 millones de unidades, en niveles similares a los de 2019.
A pesar de ello, las ventas de componentes relacionados con la electrificación han representado un 20% de los ingresos, en línea con 2023. «Es un mercado que sigue siendo estratégico para nosotros, pero cuya evolución es difícil de predecir», ha asegurado Riberas.
Un ejemplo de los últimos años es el de Ford Almussafes, que hace unos años anunció que empezaría a montar este tipo de automóviles y fichó a Gestamp como proveedor antes de que sus planes se truncaran.
Y, en contraposición, destaca el caso de Renault, que decidió enfocarse en los modelos de coche híbridos desde el principio. Ahora produce en su fábrica de su socia Horse, en Sevilla, más de un millón de cajas de cambio al año.