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Claner, sobre la paralización del ‘valle verde’ de Moeve: «Es una pataleta y una llamada de atención al Gobierno»
La antigua Cepsa decidió frenar sus inversiones en el proyecto ubicado en Cádiz y Huelva porque el Gobierno amenaza con hacer permanente el impuesto a las energéticas
La Asociación de Energías Renovables de Andalucía (Claner) considera que la amenaza de Moeve de paralizar sus inversiones en el ‘Valle de Hidrógeno Verde’, en Huelva y Cádiz, no es más que «una pataleta». Su presidente y también responsable de relaciones institucionales de Endesa en Andalucía, Alfonso Vargas, se ha expresado en esos términos y ha añadido: «Es solo una llamada de atención al Gobierno».
La patronal quita así importancia a las intenciones de la antigua Cepsa, que anunció hace un mes la paralización de este proyecto por el ‘impuestazo’ del Ejecutivo a las energéticas. Lo ha hecho en el contexto de las jornadas organizadas por la Asociación de Energías Renovables de Andalucía (Claner) en Sevilla: ‘Tendencias del sector energético: hidrógeno verde, hibridación y almacenamiento’.
En concreto, dicha tasa era originalmente temporal y afectaba a las empresas del sector con más de 1.000 millones de facturación en el país, lo que supone el 1,2% de dicha facturación.
El PSOE pretende implementar la medida también en el sector bancario, a raíz de los beneficios «extraordinarios» que habían cosechado en los años marcados por la guerra de Ucrania. Por ahora, el Gobierno ha dejado el gravamen aparcado por falta de apoyos parlamentarios para hacerlo permanente, pero sigue negociándolo con otros partidos políticos y se plantea prorrogarlo a 2025 mientras consigue y no el consenso necesario.
Moeve pagó en 2023, por su volumen de facturación, 323 millones de euros, lo que impactó significativamente sus resultados, llevándola a registrar pérdidas en algunos trimestres. Endesa, por su parte, desembolsó 208 millones de euros por la tasa, lo que afectó su EBITDA y su resultado neto, aunque logró mantenerse en beneficios.
Apuesta por la renovables
En esa línea de crecimiento, Vargas ha aclarado a Economía Digital que la compañía a la que pertenece considera que el hidrógeno verde «no es el futuro, sino un componente» de este. Endesa apuesta, de esa manera, por las renovables.
La energética presentó hace dos semanas su plan estratégico 2025-2027, que destaca por la reorientación de sus inversiones en esa área. Específicamente, la cuantía en juego es de 3.700 millones de euros, reduciendo exposición a solar y centrándose en activos de mayor valor, como hidroeléctricos y desarrollos eólicos.
Endesa también se ha adaptado a los objetivos de electrificación del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) hasta 2030, por lo que prevé elevar la inversión en la red eléctrica hasta 4.000 millones, un 45% más que en el plan anterior 2024-2026.
En total, la cifra que maneja la empresa es de 9.600 millones de euros para los próximos años. Para este 2024 Endesa vaticina cerrar superando la previsión de beneficio ordinario neto, que alcanzará 1.800 millones, y logrando un ebitda de 5.200 millones.
No descarta el hidrógeno verde
A pesar de ese foco por las renovables, la compañía originariamente estatal se está asegurando de estar presente también en el sector del hidrógeno verde, y tiene un proyecto de esas características en Magallón, en la provincia de Zaragoza.
Ha recibido precisamente hace unos meses una subvención del Gobierno por valor de 28 millones de euros para instalar y operar un electrolizador de 7,2 MW de potencia. Se instalará junto a una planta fotovoltaica y una eólica, y el recurso producido será transportado en camiones para uso industrial.
Además de esos proyectos que están en marcha, Endesa está preocupada por «el almacenamiento» de los recursos obtenidos, lo que se presenta como uno de los principales retos a lo que se enfrenta.
Alfonso Vargas, en esa línea, ha asegurado: «Yo creo que el almacenamiento en batería tiene más peso para el futuro que el hidrógeno verde». También ha hecho mención a la movilidad eléctrica, un campo que va «muy despacio», por lo que no prevé que «se cumplan los objetivos de aquí a 2030” marcados por el sector.