La DANA en Málaga: desastrosa para los cítricos de El Romeral, y «tardía» para el aceite de Dcoop 

Los precios del ‘oro líquido’ amenazan con una nueva subida, porque las lluvias retrasan la recolección de la aceituna de verdeo

Campos y coches destrozados tras el paso de la DANA en Málaga. Álex Zea / Europa Press

Campos y coches destrozados tras el paso de la DANA en Málaga. Álex Zea / Europa Press

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El temporal provocado por la DANA afecta especialmente al Valle del Guadalhorce de Málaga, dentro de Andalucía, donde las empresas dedicadas al cultivo de cítrico han visto inundadas sus plantaciones. En el interior, donde se planta el olivar, las consecuencias no han sido tan desastrosas, pero Dcoop lamenta que las lluvias han llegado «demasiado tarde». 

El presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido, lo explica así a Economía Digital: «La lluvia ha provocado daños en una zona concreta, pero han sido muy beneficiosas para el resto de la provincia por la forma en que ha caído». 

Miguel Ángel Gómez, presidente de Cítricos El Romeral, se ha lamentado de que los sembrados, «las fincas, las casetas de riego, los pozos, los tractores, las herramientas» en la zona del litoral malagueño están «inundados, enterrados en agua».

Su negocio se dedica esencialmente a la producción de naranjas, mandarinas y limones y es uno de los principales cultivadores en la región, además de contar con plantaciones de frutas tropicales como el aguacate o el mango. 

Pérdida de cítricos en el Valle del Guadalhorce 

Según ha asegurado Gómez, no sabe «qué va a quedar» de esa producción ni «el porcentaje» concreto, pero lo que tiene seguro es que el desbordamiento del río Guadalhorce se va a llevar «una gran parte» de los cítricos que se cultivan en la zona. 

También la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Málaga ha informado de que el «fenómeno atmosférico está afectando a gran cantidad de cultivos y numerosas infraestructuras agrarias», a la vez que ha destacado que «el cultivo más afectado es el de los cítricos». 

Cítricos El Romeral, por ejemplo, iba a comenzar dentro de poco la cosecha de la campaña, tras varios meses de espera y de «abonar, tratar y labrar», y ahora el dueño de una de las principales empresas de cítricos en Andalucía teme «perderlo todo». 

En 2023, según las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil y consultadas a través de la solución de analítica avanzada Insight View, el proveedor de Lidl y Carrefour subió su facturación un 22%, rozando los 5,5 millones de euros. Su principal gasto, que luego se revirtieron en un dato positivo, fueron los aprovisionamientos, en los que gastó 3,7 millones, un 27% más que en el ejercicio anterior. 

Los precios del aceite amenazan con subir 

En el interior de la provincia, los olivares no están «teniendo problemas» con la lluvia, ha asegurado Rafael Romero, responsable del departamento agrícola de Dcoop. Pero «ha llegado demasiado tarde», ha añadido, porque estas precipitaciones deberían haber tenido lugar en septiembre, y «no a finales de octubre, como ahora». 

Según ha recordado el responsable de Dcoop, la última vez que llovió de forma consistente en la provincia fue en Semana Santa, por lo que ha habido un verano muy largo y «la aceituna se ha quedado chica». Cuando la oliva para mucho tiempo a temperaturas muy altas y con poca humedad, «genera menos aceite porque no se cumple el proceso de maduración». Y, como consecuencia, «el rendimiento es mucho menor». 

La producción será algo mayor a la del año pasado, alrededor de 1,25 millones de toneladas, lo que «sigue estando por debajo de la media», aunque es mejor que la del año pasado, cuando rondaba las 800.000 toneladas. 

Asaja Sevilla ha señalado en un comunicado, por su parte, que las lluvias sí que amenazan con detener la cosecha de aceituna de molino, lo que aumentaría aún más los precios del aceite de oliva. 

«Paralizar la recolección», ha explicado la asociación, «tensiona aún más la cuerda en una campaña 2024-2025, que ha comenzado con tan solo 186.304 existencias iniciales y un enlace muy corto, no visto desde 2015». Y añade: «Si no se puede recoger aceituna, la industria envasadora se quedará sin nada (actualmente, tiene aceite para 30 días) y esto puede provocar que los precios vuelvan a subir». 

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