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Las sevillanas Naturesa, Lasarte y Frutales de Alcolea prevén más demanda de cítricos tras la DANA
Las compañías dedicadas a la naranja creen que la bajada de la producción valenciana por causa del temporal tendrá un efecto directo en sus negocios
Las empresas sevillanas de cítricos tienen una previsión muy positiva para este 2024. Vaticinan un aumento de la demanda de naranjas y mandarinas como consecuencia de la disminución de la producción valenciana, donde el último temporal ha sido desastrosa para muchos sectores productivos.
De esa manera lo ha expresado a este periódico Rafael Soriano, gerente de Frutales de Alcolea: «Si hay menos naranja y menos posibilidad de recogerla allí, seguramente tenga un impacto de subida de los precios aquí». Y ha añadido: «Evidentemente, a nosotros nos afecta en el sentido positivo».
Aunque también su empresa tiene relación con la zona más castigada por la DANA: «Tenemos compradores valencianos y hemos tenido ciertos problemas en la logística, con los camiones que van y vienen de allí, pero ya todo eso se va solucionando».
En la misma línea, fuentes de Grupo Naturesa han hecho hincapié en que en las fincas sevillanas «todo siguen igual, porque no nos ha afectado nada». Pero sus campos valencianos han quedado «anegados», al igual que los almacenes, por lo que ha redundado que en esa zona «está todo estropeado».
Grupo Naturesa ha asegurado que, aun así, todavía es pronto para hacer una valoración completa de los daños en Valencia. Y así se ha expresado José María Juarranz, gerente de Lasarte Cítricos: «Hay que esperar un poco más de tiempo para ver si se han perdido o no del todo las producciones». También ha considerado que «el agua influye también en el sentido de que la fruta pierde calidad, por lo que podría perder la posibilidad de mandarla a exportación».
Pero el responsable de Lasarte, «tras unos años en los que ha mermado constantemente el consumo» de naranja por una baja producción derivada de la sequía, cree que este 2024 van a «recuperar» la capacidad de otras ocasiones. En 2023, la empresa facturó unos 10,5 millones de euros, según sus cuentas anuales consultadas a través de Insight View.
Menor competencia andaluza
Las empresas sevillanas cuentan además con la ventaja de que otro de sus competidores en cítricos, Málaga, se ha visto asediada en dos ocasiones por lluvias y riadas en el Valle del Guadalhorce. Precisamente esa zona es la dedicada a estos cultivos en la provincia, y hace apenas unas semanas el presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido, explicaba a Economía Digital que era «el cultivo más afectado».
La presidente de Asaja Sevilla, por su parte, señalaba hace unos días que el temporal ha afectado con especial incidencia a las explotaciones de cítricos y de caqui, así como a viñedos y producciones hortícolas de Albacete, Murcia y Valencia.
Esto ha provocado, según explicaba la responsable agraria, que los agricultores hayan aumentado el ritmo de recolección y venta de naranjas en la provincia andaluza. La razón que las últimas lluvias han favorecido que las frutas ganen en color y tamaño, a lo que se ha unido la circunstancia de unas temperaturas más bajas.
Planas pide fondos a Bruselas
A nivel nacional, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha solicitado este martes al comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, que se movilice la reserva agrícola de la Política Agraria Común (PAC) para hacer frente a los efectos de la DANA.
Planas ha explicado, durante la celebración del Consejo de Agricultura y Pesca de la Unión Europea en Bruselas, que ya se han iniciado las peritaciones sobre el terreno para tener una primera estimación de los daños agrícolas. «La magnitud de la catástrofe es muy grande y España necesita del apoyo urgente y de la solidaridad de la Unión Europea para recuperar cuanto antes la normalidad en las producciones agrícolas y ganaderas», ha asegurado.
Además de los fondos de la reserva de crisis, el Gobierno también ha pedido a Bruselas otras medidas para hacer frente a los efectos de la DANA, como la reprogramación temporal del Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader) y de otros paquetes europeos que tienen como objetivo la recuperación del potencial productivo dañado por catástrofes.