Atlantic Copper trata de salir de números rojos invirtiendo 226 millones en su proyecto de reciclaje
La compañía productora de cobre prevé poner en marcha la planta de 'CirCular' a inicios de 2026 y vender nuevos metales con los que obtener «solvencia» económica

Macarena Gutiérrez, consejera delegada de Atlantic Copper, durante la presentación de los resultados de la compañía en 2024. Imagen: Atlantic Copper
El resultado de Atlantic Copper en 2024 no ha ido in crescendo, como la facturación, sino que las diferencias de cambio que han tenido en el ejercicio «han impactado negativamente» y han generado un balance negativo. Todas las esperanzas de la empresa productora de cobre están ahora puestas en ‘CirCular’, un proyecto de reciclaje de chatarra electrónica con el que esperan «dar un impulso», tras una inversión de 226 millones en 2025.
Fuentes de la propia compañía lo han explicado así a Economía Digital, además de subrayar que «el beneficio este año pasado ha sido menor» que en 2023, cuando rondaba los 645.000 euros. El grupo no ha querido hacer pública la cifra de 2024.
Macarena Gutiérrez, reciente consejera delegada de la empresa, ha resaltado en la rueda de prensa posterior a la presentación de los resultados del año que, efectivamente, la venta de nuevos metales va a proporcionarles «un margen que va a dar solvencia» económica.
‘CirCular’ consiste en la construcción de una planta para tratar unas 60.000 toneladas anuales de material electrónico antiguo, con el fin de recuperar cobre y metales preciosos (productos que ya distribuyen), pero también de poner en circulación dos nuevos en su catálogo: níquel y estaño.
Para que esto llegue a buen puerto, Atlantic Copper ya ha elaborado «un estudio de mercado con clientes específicos», teniendo en cuenta «la variabilidad de los precios de los metales a lo largo de estos años». El foco de venta es, además, los mercados más regionales.
Enfrentamiento con China
Con estos futuros consumidores, la compañía pretende hacer frente a la competencia china, que «seguirá impactando», pero ya el 70% de los materiales quedarán en el entorno europeo.
Esta es otra de las preocupaciones de la compañía con sede en Huelva, que el país asiático acapare los productos mineros que necesitan las empresas del Viejo Continente para seguir su actividad. El país presidido por Xi Jinping consume tres veces más minerales que Europa en la actualidad, pero también produce el triple.
Sin embargo, las zonas del mundo de las que dependen ambos mercados son Sudamérica y África, que acumulan el 36% de la obtención global.
Un factor más que aumenta la inestabilidad del negocio de Atlantic Copper es la guerra de aranceles entre Estados Unidos y Europa. Desde que Donald Trump ha llegado al poder del país norteamericano y ha amenazado con imponer una serie de gravámenes, la Unión Europea está trabajando para devolver el golpe.
Bruselas maneja la posibilidad de aplicar a EE. UU. un impuesto en el concentrado de cobre, lo que desde el punto de vista de Gutiérrez «penalizaría más a Europa que a Estados Unidos» porque les haría perder competitividad frente a su adversario asiático.
Doble de inversión prevista
‘CirCular’, además, va con un retraso de un año con respecto al plazo inicial, cuando a finales de 2023 anunció que la nueva factoría entraría en funcionamiento en el primer trimestre de 2025. Hace unos meses alargó el margen hasta los últimos tres meses de este año, pero recientemente ha anunciado que arrancará a inicios de 2026.
Atlantic Copper también ha aumentado su apuesta por el proyecto, pasando de proyectar una inversión de 203 millones de euros en el momento de su presentación, hace dos años, a duplicarlo. Alcanzará un desembolso alrededor de los 410 millones de euros.
Afortunadamente, la cifra de negocio de la empresa acompaña sus expectativas, y en 2024 ha alcanzado un total de 2.790 millones, lo que supone un aumento del 7,43% interanual.
La causa de dicho crecimiento está en «la transición energética, el vehículo eléctrico, las energías renovables y la digitalización». Y, como consecuencia de esta tendencia, Macarena Gutiérrez ha señalado que «este incremento en el consumo de los metales tira de la demanda y, por lo tanto, de los precios».