Doble discurso en Airbus: el CEO considera «prometedor» el hidrógeno mientras su homólogo español prioriza el SAF
La aeronáutica ha anunciado que está desarrollando un sistema de propulsión basado en pilas de combustible a la vez que busca socios industriales para la proxima década
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El CEO de Airbus, Guillaume Faury, y el presidente de la empresa en España, Francisco Javier Sánchez. Imagen: ED
Airbus parece hablar con dos voces cuando se trata del futuro de la descarbonización en la aviación. Mientras que en España la compañía enfatiza que el combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) es la solución inmediata y viable, a nivel global el discurso apunta en otra dirección.
El CEO de Airbus, Guillaume Faury, ha asegurado en la reciente presentación de resultados de 2024 que el avión de hidrógeno es «la solución más prometedora» para la industria a largo plazo. La declaración contrasta con la posición que expresó a Economía Digital hace unos días presidente de Airbus en España, Francisco Javier Sánchez, quien afirmó que «la realidad es el SAF».
Lo hacía en referencia a que esta tecnología ya está en uso y puede implementarse de manera progresiva en la flota actual. De hecho, Airbus ya ha realizado pruebas con este combustible en sus aeronaves, incluyendo el A400M.
La divergencia de mensajes no es menor. Por un lado, el SAF es la opción tangible y con menor impacto en las operaciones actuales, pero también enfrenta retos de producción y escalabilidad. Por otro, el hidrógeno verde aún está en fase de investigación y desarrollo, con una infraestructura que todavía no existe y requerirá grandes inversiones para ser viable.
Airbus, en este sentido, parece navegar entre dos discursos según el foro en el que se exprese. Sin embargo, Sánchez señaló que la transición hacia el hidrógeno aún enfrenta desafíos significativos debido a los cambios estructurales que requiere en las aeronaves y en la infraestructura aeroportuaria.
El hidrógeno, la gran apuesta a largo plazo
En su intervención, Faury ha defendido la continuidad de la investigación en hidrógeno y ha destacado que el sector necesita una regulación específica y una mayor inversión para hacerlo realidad. «El hidrógeno tiene el potencial de desempeñar un papel crucial en la descarbonización de la aviación a largo plazo y podría suponer una revolución similar a la de los vehículos eléctricos en la automoción», ha afirmado.
Aunque también ha reconocido que la madurez del ecosistema del hidrógeno se encuentra «entre cinco y diez años por detrás» de lo que la empresa había previsto en 2020. Airbus ha ajustado su estrategia y ahora considera que la vía más viable para desarrollar un avión de hidrógeno es a través de un sistema de propulsión basado en pilas de combustible.
Esto marca un cambio respecto a su posición inicial, cuando también exploraba motores de combustión interna a base de hidrógeno. La empresa continuará perfeccionando esta tecnología en los próximos años para determinar su viabilidad comercial.
España, uno de los hubs
En este sentido, Airbus ha avanzado en el desarrollo de sistemas criogénicos (una serie de tecnologías utilizadas para generar y mantener temperaturas extremadamente bajas) para el almacenamiento de hidrógeno en los aviones, un elemento clave para garantizar su eficiencia energética y autonomía de vuelo.
La compañía también está tanteando diversos socios industriales para mejorar la tecnología de celdas de combustible, que permitirán generar electricidad a bordo a partir del hidrógeno. Según Faury, esta es «la vía más prometedora» para lograr una aviación comercial sin emisiones de carbono.
Paralelamente, Airbus está trabajando en la integración del hidrógeno en la infraestructura aeroportuaria, en colaboración con aeropuertos y operadores de combustible.
La empresa busca establecer una cadena de suministro de hidrógeno verde que permita su distribución en puntos estratégicos de Europa y otras regiones clave. Sin ir más lejos, firmó hace unos meses un acuerdo con Aena, Air Nostrum, Iberia, Exolum y Repsol para desarrollar un hub aeroportuario en España.
Aunque estos avances representan un progreso significativo, Faury ha insistido en que el éxito de esta transición dependerá en gran medida del marco regulatorio y de las inversiones en la producción de hidrógeno renovable a gran escala.