La plantilla de Acerinox presiona a la Junta para cerrar un acuerdo y advierte de «disturbios»
Representantes de los trabajadores de Acerinox dicen que la situación se está volviendo insostenible.
La representación de la plantilla de Acerinox espera que la Junta de Andalucía se involucre en las negociaciones con la dirección del grupo para llegar a un acuerdo y poner fin a más de 120 días de huelga. Los trabajadores advierten que la situación puede derivar en «disturbios locales».
«La situación se está volviendo insostenible», asegura Alberto Padilla, miembro del comité de empresa, en declaraciones a Economía Digital. Los empleados de la multinacional española tienen previsto celebrar hoy jueves una asamblea, en la que se presentará una nueva propuesta a la compañía.
El grupo ya ha avanzado que no encuentra «ninguna razón objetiva suficiente para modificar las decisiones estratégicas adoptadas», pero los trabajadores pretenden mantener abierta la negociación.
Los requisitos para avanzar en las conversaciones, dice Alberto Padilla, pasan por una «subida salarial basada en el IPC«; y una reducción de jornada «en la que nosotros aceptamos que la empresa fije nuestras vacaciones en agosto, y aceptamos la disponibilidad que pone la empresa, pero con unos costes algo mayores».
Medio millar de empleos
Acerinox trasladó el lunes a los trabajadores un número aproximado de reducción de plantilla, que debe situarse entre los 450 y los 575 empleados, además de unos 200 de las auxiliares.
Desde el comité de huelga se insiste en que la situación «se puede desmadrar en cualquier momento». Los sindicatos no llaman a la violencia, asegura Padilla, pero sí cree que, seguramente, «haya disturbios locales, porque la gente no lo está pasado nada bien».
La razón, añade Alberto Padilla, es que «hay familias que llevan cuatro meses sin cobrar: esperaban que Acerinox entrara en razón y recapacitara con el convenio, pero lo que reciben ha sido esa carta del CEO«. En dicho escrito se confirmaba que desde la empresa no ven ninguna causa que le obligue a volverse a sentar con ellos, y que Acerinox seguirá adelante con los despidos y el cambio de régimen en los turnos de la fábrica.
Fuentes de Acerinox confirmaron el miércoles que mantienen su «voluntad de alcanzar las mejores condiciones posibles para que la fábrica pueda ser competitiva, pero el mandato del consejo de administración es el que es».
Dicho mandato y la razón principal del conflicto es la propuesta de cambiar el actual sistema de trabajo de cinco turnos de su fábrica de Los Barrios (Cádiz) por otro de tres. Es una resolución tomada tras «cuatro años de pérdidas», afirman las mismas fuentes consultadas. Acerinox «ya no es tan competitiva, hay que cambiarla», señalan.
La Junta de Andalucía ya intentó mediar, afirmando hace una semana que seguía «abierta a tender puentes» en el conflicto de Acerinox, y reclamó a las partes que se sentaran a negociar y a «seguir trabajando». Rocío Blanco, consejera de Empleo, Empresa y Trabajo, señaló que desde su consejería consideraban que la propuesta de convenio colectivo que hizo el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL), era «equidistante a las propuestas de ambas partes».
En la actualidad, los trabajadores llevan cuatro meses manifestándose, por lo que «a la fábrica simplemente acceden los servicios mínimos». Y añade Padilla: «Es una factoría muy delicada donde hay muchos materiales peligrosos, tanto para el medioambiente como para la propia localidad de Palmones».