Acerinox propone un ERE para ejecutar el ‘plan de rejuvenecimiento’ acordado en el convenio colectivo

Una de las condiciones del convenio colectivo de Acerinox firmado el pasado 1 de julio era que la empresa se comprometía a llevar a cabo un plan de rejuvenecimiento, y la forma concreta de llevarlo a cabo, según ha planteado, es «un expediente de regulación de empleo (ERE)».

Así lo ha comunicado el equipo de recursos humanos de Los Barrios (Cádiz) este jueves, que además ha explicitado que «el procedimiento de despido colectivo tendrá afectación en el centro de trabajo de la fábrica de Palmones».

Todavía no hay un número fijado de despidos, ya que se ha abierto ahora el plazo de consultas por parte de los sindicatos, pero esta opción es la que Acerinox considera «más adecuada».

El acuerdo específico se firmó el pasado 30 de enero, cuando los representantes sindicales y la empresa llegaron a la conclusión de que el plan de rejuvenecimiento sería «de carácter voluntario y acompañaría con el 80% del salario bruto anual».

Así lo ha especificado José Manuel Rodríguez Saucedo, secretario general de la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) UGT en Andalucía, en su conversación con Economía Digital. Y también ha aclarado que la herramienta del ERE, legalmente, es la única posible si hay más de 30 solicitudes por parte de trabajadores que quieran acogerse a él.

Cierre del conflicto en junio

El convenio colectivo de Acerinox, aunque se aprobó por votación y un 60% de las papeletas a favor el 21 de junio de 2024, todavía deja algunos flecos sueltos. Lo acordado el verano pasado fue que, en vez del ERTE que quería tramitar la empresa para reducir su modelo organizativo de cinco turnos a tres, en momento de caída de producción o cuando haya menor carga de trabajo los empleados no se verán despedidos, sino con una suspensión temporal.

Pero también se incluyeron otras seis condiciones, además de las ya nombradas: la consolidación de la diferencia con el IPC para 2023, una mejora del plus de disponibilidad, mayor claridad en el texto relativo a dicho régimen, renuncia a la parada total de la fábrica en Navidad y reducción de un día en la pausa de agosto.

El conflicto comenzó hace ya un año, cuando Acerinox trasladó que necesitaba, «como iniciativas inmediatas para su viabilidad, ser recapitalizada, tener un modelo organizativo flexible a cinco turnos o uno ajustado a tres turnos y con menos plantilla, y el desarrollo de su plan industrial para su fortalecimiento competitivo».

Durante el desarrollo de la huelga, se produjo en Los Barrios un clima de confrontación no solo de los trabajadores hacia la compañía, sino también entre los propios empleados. Había una división, todavía latente, entre los sindicatos, ya que algunos estaban de acuerdo con el pacto alcanzado desde el punto de vista de aceptar el ‘mal menor’, mientras que a otros no les parecía satisfactorio.