Málaga busca más turistas británicos: gasta 2,1 millones en publicidad y lleva 50 empresas al World Travel Market
Una cuarta parte de las compañías españolas que han acudido al congreso londinense proceden de la Costa del Sol, superando en número a Cataluña y Comunidad Valenciana
El 83% de los británicos que llegan a los aeropuertos andaluces se dirigen a la Costa del Sol, pero la Diputación de Málaga busca más turistas de esta procedencia y ha llevado a 50 empresas al World Travel Market London, además de gastar 2,1 millones de euros en su stand y una campaña promocional.
Han acudido a dicho encuentro internacional 187 compañías españolas, de las que una cuarta parte proceden de la Costa del Sol. Se barajan nombres como Idiliq Hotels & Resorts, Monarque Hoteles, Fuerte Group Hotels, Tour10, Meliá Hotels International o Viajes Olympia.
En total, han sido 50 negocios turísticos de la provincia los que han asistido, superando en número a otras zonas andaluzas, pero también a regiones como Cataluña y la Comunidad Valenciana.
La entidad pública Turismo Costa del Sol ha instalado en el congreso internacional también un stand de 240 metros cuadrados por valor de 1,3 millones de euros. Y ha colocado publicidad en puntos clave de Londres, como London Bridge o el aeropuerto de Gatwick, por otros 800.000 euros. Según sus cálculos, la campaña impactará en unos 20 millones de personas.
Para 2025, la consejera delegada de Turismo Costa del Sol, Esperanza González, ha adelantado que invertirán 1,5 millones de euros en 20 actividades estratégicas, entre las que destacan acuerdos de marketing, campañas en redes sociales y acciones de comarketing con las principales aerolíneas británicas.
Turismo de invierno
El objetivo, según ha señalado el presidente de la Diputación de Málaga y de Turismo Costa del Sol, Francisco Salado, es mostrar que la zona «no solo ofrece sol y playa». Una línea de trabajo de la entidad, según lo ha trasladado en un comunicado, es dar a conocer la provincia durante el invierno, «apostando por el turismo familiar y por descubrir las facetas menos conocidas de la costa».
En esta misma línea, este pasado jueves Turismo Costa del Sol mantuvo 40 reuniones con operadores británicos, entre ellos Travel Counsellors, Sojern, British Airways, Jet2.com, Qatar Airways, Travel Republic, Cathay Pacific, Iberia, Expedia, TripAdvisor, Lotus y Chicago Bulls.
Y González ha anunciado también un incremento del 11,1% en las plazas aéreas hacia la Costa del Sol en los próximos tres meses. En números redondos, las aerolíneas ofertarán casi 720.000 plazas, lo que supone un crecimiento del 11%.
«La conexión con el mercado británico se consolida cada vez más, con 16 ciudades del Reino Unido enlazadas a nuestro aeropuerto, operadas por ocho aerolíneas», ha destacado la consejera delegada. Pero las principales ciudades emisoras continúan siendo Londres y Manchester, seguidas de Bristol y Birmingham.
Entre enero y agosto de este año, Málaga recibió un total de 850.000 viajeros británicos alojados en hoteles y apartamentos, lo cual representa el 78% del total de turistas británicos en Andalucía y un significativo 9% del total en España. Además, se generaron más de 4 millones de pernoctaciones en el mismo periodo, representando el 76% de las estancias británicas en Andalucía y 8,24% en el contexto nacional.
Málaga y Sevilla, entrada a toda Andalucía
La estrategia de la Junta de Andalucía, por su parte, es reforzar el turismo internacional en toda la región, pero poniendo el foco en Málaga y Sevilla para que sean las puertas de entrada a otras provincias.
Un camino sería la inversión aeroportuaria, señaló el consejero de Turismo y Acción Exterior, Arturo Bernal, en su entrevista con Economía Digital: «Es mucho más racional que estén conectados los grandes aeropuertos, los que tienen además el mayor número de conexiones y la posibilidad de hacer vuelos en escala».
Y añadía que Andalucía podría ser «un solo aeropuerto con seis pistas», pero hace falta «conexión ferroviaria de alta velocidad entre ellos». Propuso un AVE Málaga-Sevilla de 45 minutos, lo que favorecería que el turista no considerara el desplazarse «como una incomodidad».