La expropiación que amenaza el tramo andaluz del Corredor Mediterráneo se alargará «dos o tres años»
Adif asegura que la demora en obtener una resolución judicial «no supone ningún impedimento en el desarrollo de las obras», aunque pretende empezar a funcionar en 2026
La construcción del tramo del AVE entre Almería y Murcia, que forma parte del Corredor Mediterráneo, tiene el principal obstáculo de la oposición vecinal a una expropiación en Almería. Según Antonio Molina, socio-fundador de LexIberia Abogados y defensor de 10 de las familias afectadas, el proceso judicial «se alargará dos o tres años».
Molina ha explicado a Economía Digital que el problema está en que las personas que habitan las 40 viviendas que se pretenden demoler para preparar el paso del tren por Almería se niegan a marcharse sin tener otro alquiler con condiciones similares en la ciudad.
«Estos inquilinos, con rentas muy bajas, llevan entre 10 y 20 años pagando alquileres de poco más de 300 euros», por lo que encontrar un domicilio por esos precios les resulta imposible y son esas las condiciones que reclaman al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif).
La otra opción es que esta empresa pública «negocie directamente con las familias» de la calle Ferrobús unas condiciones que contenten a todos. Pero fuentes de Adif han asegurado que no se plantean esta alternativa, porque ellos ya cumplen con la legalidad: «Solo queda esperar a que la autoridad judicial nos permita intervenir y continuar la obra».
Adif afianza los plazos
Adif es la encargada del proceso de expropiación, aunque la responsabilidad cae también sobre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Almería. En esta segunda fase actual de construcción del AVE Almería-Murcia, estas tres entidades han firmado un convenio para cofinanciar la obra aportando 100, 40 y 30 millones, respectivamente.
Fuentes de Adif han aclarado a este periódico que esos plazos judiciales que calculan desde LexIberia Abogados «no suponen ningún impedimento en el desarrollo de las obras», que calculan que estarán terminadas en 2026.
Así lo ha confirmado también Josep-Vicent Boira, comisario del Gobierno para el Corredor Mediterráneo, quien confía «plenamente en los servicios técnicos de Adif, que son quienes llevan el día a día de la ejecución de la obra».
«Elemento fundamental»
Mientras, el proceso de construcción sigue su curso en otras zonas de Almería. Específicamente, la fase actual, que comenzó a finales del año pasado, es la de hacer pasar el tren por debajo de tierra hasta el centro de la localidad.
El objetivo es que Almería no quede dividida por las vías del tren y que el futuro AVE llegue a la capital. Sería así parte del Corredor Mediterráneo, una infraestructura clave para la competitividad del transporte de personas y mercancías por gran parte de España.
Boira ha valorado el tramo Almería-Murcia como un «elemento fundamental» del Corredor Mediterráneo, a pesar de que «se conocen más las obras en Cataluña o la Comunidad Valenciana».
Otra dificultad que se interpone en el camino de la construcción de este trayecto es el retraso de las obras en Lorca (Murcia), consistentes en un túnel de casi 3 kilómetros y la instalación de una nueva estación, la de Lorca-Sutullena.
La obra, que es la de mayor inversión en Murcia hasta el momento, es esencial para llegada del AVE a Almería, ya que es parte necesaria del itinerario. También está en proceso la instalación de una nueva estación intermodal en la capital almeriense, que acoja tanto las actividades de tren y como de autobús en un mismo lugar.
Fuentes del Ayuntamiento de Almería, en declaraciones hace unas semanas a Economía Digital, veían «muy complicado» que en 2026 esté en funcionamiento el tramo en cuestión. Y resaltaron que Almería lleva reclamando y preparando la llegada del AVE desde hace «veinte años» y la fecha prevista, en el último intento, era 2023.