La Junta promueve la construcción de viviendas con su nueva ley, pero no aborda los pisos turísticos

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, anunció este jueves en qué medidas se concretará la nueva ley de vivienda que está preparando, pero entre ellas no hay ninguna en relación con los pisos turísticos. El propio gobernante autonómico admitió hace unos días que en los lugares donde existe más turismo es donde más escasean los inmuebles. 

«Se está ultimando al anteproyecto de la nueva ley de vivienda de Andalucía», declaró Moreno, y tendrá cinco ejes principales: «Un plan de choque para construir más viviendas a precios asequibles, la creación de áreas prioritarias, flexibilidad en los suelos ya urbanizados para fomentar las viviendas protegidas, la inclusión de proyectos residenciales en la unidad aceleradora y la creación de una bolsa de suelo e impulso de un inventario de viviendas públicas de Andalucía». 

Esta ley también se opone a la política estatal de vivienda, dentro de la cual destaca la limitación de los precios. La consejera de Fomento y Vivienda, Rocío Díaz, lo manifestó así en su anterior comparecencia en el Parlamento: «La estrategia para combatir el alza de los precios no es intervenir en el mercado, sino promover vivienda nueva, especialmente protegida». 

Y aseguró Juanma Moreno: «Desde este Gobierno vamos a intentar que las viviendas sean más baratas, más accesibles y que los andaluces tengan a acceso a una vivienda digna». 

Competencias a los ayuntamientos 

Para limitar los pisos turísticos, «existe el decreto aprobado en enero», recordaron fuentes del ejecutivo andaluz a Economía Digital, una medida que concedía a los ayuntamientos las competencias para su propia regulación. Pero esta cesión no evita la sobrecarga de pisos turísticos en Andalucía, dejando menos apartamentos disponibles para los vecinos habituales y dificultando la ansiada bajada de precios. 

Las plataformas vecinales andaluzas, que tacharon de «insuficiente» dicha medida, denunciaron que la saturación de este tipo de viviendas «suben los alquileres a los vecinos». 

Así lo manifestaron fuentes del movimiento Cádiz Resiste, en una ciudad que prohíbe los apartamentos turísticos en el casco histórico y en las plantas más altas de extramuros. Es también la capital de provincia en la comunidad autónoma que tiene la tasa más alta de este tipo de pisos por habitantes. 

Negociaciones bloqueadas 

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, lleva semanas intentando aprobar que el número de pisos turísticos máximos permitidos por zonas no superen el 10% del total de viviendas familiares disponibles. Finalmente, y como dio a conocer este miércoles, la aprobación de esta medida se atrasa a septiembre.

La razón es que los tres partidos de la oposición sevillana (PSOE, Vox y Podemos) se abstuvieron con respecto al carácter de urgencia de la propuesta presentada por el gobierno local. 

Según el alcalde hispalense, la única posibilidad de evitar mayor el aplazamiento es que antes del día 18 de julio se convoque una comisión extraordinaria en la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente. Deben solicitarlo precisamente esas formaciones contrarias a la norma que pretende aprobar Sanz, a los que calificó de «tripartito bloqueador». 

En Málaga, ciudad andaluza con más viviendas de uso turístico, la regulación consiste en que los dueños de los pisos demuestren si tienen lugares de acceso y evacuación independientes al resto del inmueble. Hasta que no se apruebe de forma inicial una ordenanza más específica, solo podrán inscribirse las que cumplan este requisito, además de contar con el título habilitante para su ocupación. 

Según datos del Sindicato de Inquilinos, el Registro de Turismo de Andalucía contabilizó, hasta mediados de junio, unas 12.000 viviendas de uso turístico en Málaga. En zonas como la plaza de La Merced, desde donde partió la protesta multitudinaria del pasado mes de junio, casi el 70% de los pisos tienen este uso.