La patronal de pisos turísticos de Andalucía, sobre la posible subida del IVA: «Les molesta el turismo»
El Gobierno está preparando junto a Sumar una batería de medidas contra las viviendas turísticas, pero la asociación de los gestores de estos alojamientos asegura que solo «encarecerían los servicios»
El Gobierno está trabajando una serie de normas de regulación con Sumar, entre las que destaca la posibilidad de aumentar el IVA de los pisos turísticos del 10% al 21%. Ante esta situación, la Asociación de profesionales de viviendas y apartamentos turísticos de Andalucía (AvvaPro) asegura que se verían más perjudicados los turistas que los propios gestores de este tipo de viviendas.
El vicepresidente de la agrupación de empresarios, Juan Ignacio Chaves, ha explicado a Economía Digital que, para empezar, no se aplica el actual 10% a todas de las empresas que administran viviendas de uso turístico (VUT), ya que algunas no ofrecen «servicios propios de la industria hotelera».
Chaves hace referencia, en concreto, a prestaciones como contar «con una recepción, que se les vendan entradas a los huéspedes u ofrecer servicio de limpieza». Pero, en caso de que las ofrezca, la regulación actual todavía les permite obtener beneficios.
Con un IVA desgravable del 10%, las empresas pueden ser rentables, aunque suban también sus gastos al ofrecer más número de servicios. Pero, si se aumenta el impuesto sobre las prestaciones a un 21%, al final «se terminarían encareciendo los servicios turísticos de alojamiento un 11%», lo que iría en prejuicio de los visitantes. Y ha añadido el vicepresidente de la patronal, en referencia al Gobierno, que parece que «lo que les molesta es el turismo».
Paralelamente, los alojamientos turísticos a nivel general, como los hoteles, pagan actualmente un 10% de IVA, pero es en sus actividades complementarias donde ese impuesto se ve aumentado al 21%. Por lo tanto, como defiende Rafael Barba, secretario general de la Federación andaluza de Hoteles, terminan aplicando ese porcentaje a casi todos sus servicios, «como en los parkings o las piscinas».
Ahí es donde los pisos turísticos no juegan «con las mismas reglas», ha valorado Barba, por lo que «todo escenario en el que se equilibren esas diferencias que existen», les parece «correcto». Y ha añadido: «Es lógico que dos segmentos que se dedican a lo mismo tributen igual».
Acuerdo con el Gobierno
La tramitación de esta medida a nivel nacional procede de la negociación sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2025, que ha cumplido este miércoles una semana. Hace unos meses, Sumar presentó una batería de subidas de impuestos a los alquileres turísticos, con el fin de recortar la rentabilidad que obtienen actualmente los propietarios.
Dicha propuesta incluía, efectivamente, aumentar el IVA, pero también la eliminación de ciertas deducciones en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para los propietarios, en conceptos como las amortizaciones, las mejoras o los gastos financieros.
El partido aún no contaba con la aprobación del resto de formaciones políticas, pero este martes, en la Comisión de Vivienda del Congreso, Sumar retiró estas propuestas antes de que pudieran ser votadas. La razón es que los de Yolanda Díaz han acordado elaborar un paquete de medidas junto al Ministerio de Hacienda, que iría tanto a hacer una reforma fiscal de los VUT, como a reducir los beneficios fiscales de las sociedades inmobiliarias.
Sin ir más lejos, este pasado jueves Díaz se reunió con la plataforma vecinal contraria a los pisos turísticos ‘Albaicín Habitable’, ocasión en la que aprovechó para reclamar «que se intervenga el precio de la vivienda» en la búsqueda de «medidas eficaces», para impedir «lo que está pasando» en escenarios como el barrio granadino.
Masificación o rentabilidad
Pero el problema de la regulación de los pisos turísticos no es solamente nacional, sino también aplicable solo a nivel autonómico. En Andalucía se aprobó en enero un decreto que daba a los ayuntamientos la potestad de regular ellos mismos los VUT.
Por un lado, los vecinos de las zonas más saturadas de turistas se han quejado en diversas manifestaciones de que la rentabilidad de los pisos turísticos conlleva que les suban los alquileres.
Los diferentes gobiernos municipales andaluces han ido presentando sus propuestas, con mayor o menor acogida. En Sevilla, por ejemplo, la lucha está centrada en los pisos turísticos ilegales y en aprobar una norma para que las VUT no puedan superar el 10% de las residencias de los barrios.
Pero el sector de las viviendas con este fin defiende que tanta regulación va a llevar a que «se cierren todas las viviendas turísticas a corto o medio plazo», según lo manifestado por la Asociación de Apartamentos, Viviendas Turísticas y Alojamientos Rurales de Granada (AvitarGranada).