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Las empresas de Cádiz y Gibraltar y la Junta piden a Albares un plan B en la negociación de la colonia británica
El Grupo Transfronterizo, en comunión con Juanma Moreno y los alcaldes del Campo de Gibraltar, han solicitado una alternativa fiscal en su reunión de este jueves con el ministro de Asuntos Exteriores
El Grupo Transfronterizo, que aglutina a empresas gaditanas y gibraltareñas, la Junta de Andalucía y alcaldes del Campo de Gibraltar se han puesto de acuerdo esta semana para pedir al ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, un plan fiscal alternativo si no alcanza en breve un pacto sobre la colonia británica.
Así lo ha trasladado este miércoles el consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, quien ha exigido al ministro y a la Unión Europea un «estatuto fiscal especial para la zona, de manera que se equilibren ambos territorios y se evite la competencia desleal y la desventaja a la hora de atraer inversiones».
El Grupo Transfronterizo, como ha expresado su presidente de origen gibraltareño, Darren Cerisola, a Economía Digital, se muestra más positivo sobre el estado de las negociaciones: «Esperemos llegar pronto a un acuerdo».
Pero la agrupación empresarial también incluye entre sus demandas que el Gobierno «aplique un sistema tributario equivalente al que tienen en Gibraltar» para las compañías que normalmente trabajan entre ambos territorios. Y ha añadido el vicepresidente del Grupo Transfronterizo, Lorenzo Periáñez: «Sería lo lógico».
Diferencias en el Impuesto sobre Sociedades
Sanz ha explicado que, en la colonia británica, el Impuesto sobre Sociedades está marcado en el 10%, mientras que «justo diez metros después, en el territorio del Campo de Gibraltar, se paga el 25%».
El Grupo Transfronterizo, a nivel más general, solicita que se «desarrolle el espíritu y la letra del ‘Acuerdo de Nochevieja’», alcanzado el 31 de diciembre de 2020. Dicho documento recogía que Gibraltar entrara en el espacio Schengen y que se trasladara el control fronterizo europeo al aeropuerto y puerto de la colonia.
Pero todavía no hay puntos en común sobre cómo abordar este último tema. Madrid pretende que los policías de España puedan circular e ir con uniforme y armados por todo el perímetro fronterizo. Y Londres, aunque acepta que los agentes españoles realicen controles en el interior de una zona concreta del aeropuerto, no les permite realizar comprobaciones más allá de esas instalaciones, ni que accedan al puerto para controlar el pasaje de los ferris y cruceros.
Antes de los nuevos controles
Albares, según lo trasladado por Periáñez, asegura que «ahora mismo la pelota está en el tejado de Fabian Picardo», ministro principal de Gibraltar. Por su parte, el gibraltareño ha respondido este jueves lo mismo de su homólogo español: «España tiene que decidir si acepta estas propuestas razonables y bien equilibradas o si insiste en posiciones que saben que no podemos aceptar y, de ese modo, nos condena a todos a controles que harán más difícil la vida de los trabajadores y de la ciudadanía en general».
El titular de Asuntos Exteriores pidió el miércoles a Reino Unido que dijera «sí» al acuerdo puesto sobre la mesa por España y la Comisión Europea, advirtiendo de que, de no hacerlo, entrarán en vigor los nuevos controles en la Verja.
Uno de los temas principales que están sobre la mesa es la posible entrada de la colonia británica en el espacio Schengen, de manera que las personas que viajen por trabajo u ocio entre ambos territorios lo hagan libremente y sin pasar controles fronterizos.
Resulta especialmente apremiante llegar a una solución sobre este punto, ya que dentro de unas semanas comenzará a aplicarse el nuevo sistema de control fronterizo. Los viajeros extracomunitarios, a partir de ese momento, se enfrentarán a una burocracia que aumentarán los retrasos en el paso de la frontera.