La oposición de los vecinos a la expropiación de sus casas amenaza el tramo Almería-Murcia del Corredor Mediterráneo
El Ayuntamiento almeriense ve “muy complicado” que el tramo ferroviario esté en funcionamiento en 2026, como estaba previsto.
Se está construyendo el tramo Almería-Murcia del Corredor Mediterráneo y la previsión, hasta ahora, era su puesta en funcionamiento en 2026. El Ayuntamiento de Almería lo ve «muy complicado», según han declarado fuentes del gobierno municipal a Economía Digital.
Las razones pasan por la expropiación de los vecinos de la calle de Ferrobús (Almería) y por el retraso en la construcción de las infraestructuras necesarias en Lorca (Murcia). Almería lleva reclamando y preparando la llegada del AVE desde hace «veinte años» y la fecha prevista, en el último intento, era 2023.
La ciudad oriental de Andalucía está inmersa desde hace unos meses en unas obras para facilitar la llegada del tren por debajo de tierra hasta el centro de la localidad. El objetivo es que Almería «no quede dividida por las vías del tren» y que el futuro AVE llegue a la capital. Sería así parte del Corredor Mediterráneo, una infraestructura clave para la competitividad del transporte de personas y mercancías por gran parte de España.
Pero, para ello, es necesario demoler unos edificios en la ya citada calle Ferrobús. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha gestionado la expropiación, pero los inquilinos piensan que «no se cumplen un mínimo de condiciones» y se niegan a marcharse.
Esa es una primera amenaza en el plazo que tenían previsto el Ayuntamiento de Almería, Adif y la Junta de Andalucía, que han aportado más de 30, 100 y 40 millones de euros cada uno, respectivamente, para llevar a cabo las obras de soterramiento.
Estas obras incluyen la construcción de una nueva estación intermodal en la capital almeriense, que acoja las actividades de tren y autobús en un mismo lugar.
Tardanza en Lorca
Este lunes, el delegado del Gobierno, Pedro Fernández, acudió a visitar la estación antigua y provisional. En dicho encuentro, la concejala de Urbanismo e Infraestructuras del Ayuntamiento de Almería, Eloísa Cabrera, criticó que el gobierno municipal no fuera «invitado».
Y aprovechó la ocasión para criticar el avance en las obras de Lorca, lo que se presenta como la segunda principal dificultad que se interpone en el camino hacia un corredor que, efectivamente, incluya todo el mar Mediterráneo.
Esta construcción consiste en la preparación de un túnel de casi 3 kilómetros y la instalación de una nueva estación, la de Lorca-Sutullena. La obra, que es la de mayor inversión en Murcia hasta el momento, es esencial para llegada del AVE a Almería, ya que es parte necesaria del itinerario.
Inversión de 3.500 millones
Varias empresas andaluzas forman parte del proceso de construcción del tramo Almería-Murcia, como es el caso de Tecade, una compañía sevillana dedicada a las estructuras de acero. En concreto, está fabricando dos puentes ferroviarios de grandes dimensiones para 17,8 kilómetros, comprendidos entre Los Arejos (Murcia) y Níjar (Almería).
Las piezas irán sobre dos ramblas: la de Los Feos, trabajo que Tecade comenzó el año pasado y ya ha entregado, y la de Lucainena, ambas en la provincia almeriense. En el caso de este segundo puente, lleva consigo una importante carga de trabajo en la compañía hispalense hasta finales del otoño, con una inversión de alrededor de 80.000 horas.
Adif, en un comunicado hace unos meses, calificó la línea de «eje estratégico del Corredor Mediterráneo», con una inversión de 3.500 millones de euros. También se refirió recientemente a Almería el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda.
Afirmó que, «aunque la infraestructura avanza, la planificación en la ejecución de las obras del Corredor Mediterráneo no se está cumpliendo. Aunque está todo en marcha, hay tramos, obras y actuaciones que no van en fecha». Nombró, en esa ocasión, el recorrido entre Almería y Granada, para definirlo como «el más retrasado».