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La Costa del Sol conquista a los holandeses: es su destino favorito para comprar segunda residencia
El endurecimiento de las políticas fiscales para la compra de una segunda residencia en Países Bajos, el atractivo de la costa malagueña y la posibilidad de rentabilizar el activo impulsan a los neerlandeses a invertir en el ladrillo
Los holandeses son los extranjeros que más vivienda de obra nueva compran en la Costa del Sol para destinarlas a segunda residencia, según se desprende de las operaciones gestionadas por Magnum & Partners – Engel & Völkers en la región, que también evidencian que las ventas se han triplicado durante el primer semestre del año.
La compañía atribuye el liderazgo de los neerlandeses al endurecimiento de la política fiscal en la compra de una segunda residencia en Países Bajos y al atractivo del litoral malagueño. Cabe destacar que las localidades más solicitadas por estos compradores son Estepona, Torremolinos y Mijas, según la inmobiliaria, por la facilidad de rentabilizar su inversión alquilando la vivienda.
A lo largo de los últimos dos años, los neerlandeses han duplicado las operaciones llevadas a cabo por compradores belgas y británicos, que han quedado relegados al segundo lugar del ranking. A continuación, se sitúan los compradores procedentes de Polonia, Suecia, Alemania y República Checa.
Compra de segunda residencia
El director general de Magnum & Partners – Engel &Völkers, José carlos Pérez, ha celebrado que el ejercicio haya sido «especialmente positivo» en ventas, un fenómeno que ha justificado por el «efecto postpandemia».
«El cliente extranjero que estaba madurando la decisión de comprar una vivienda para su retiro o para teletrabajar en una casa más abierta al exterior y en un clima templado decidió dar el paso de comprar de una manera casi inmediata», ha esgrimido como uno de los motivos que explican las cifras correspondientes a este año.
Más allá del atractivo que presenta la costa malagueña, ha destacado que los neerlandeses están interesados en adquirir una segunda residencia en la Costa del Sol para esquivar las duras políticas fiscales de su país y disfrutarla unos meses, si bien el resto del tiempo se decantan por el alquiler para rentabilizar el activo.
La compañía ha destacado el impacto del verano en las ventas anuales. En este sentido, ha explicado que se han incrementado entre junio y agosto un 150% por parte de los holandeses si se toma como referencia el mismo periodo del año pasado, mientras que los británicos no han registrado ningún incremento respecto el anterior ejercicio.