El Financial Times advierte a los inversores de que “ignoran el riesgo” de la independencia de Catalunya
El rotativo analiza la situación económica de España, ve "salvada" la monarquía, pero señala el problema catalán como “el principal reto” del Estado
España está saliendo de la crisis, la financiación de la deuda es más barata, los bancos han hecho un gran esfuerzo para sanearse, y la monarquía ha sabido regenerarse con la abdicación del Rey Juan Carlos en su hijo, proclamado como Felipe VI, hasta el punto de que puede estar «salvada» durante años.
Pero los riesgos se mantienen. La propia deuda, pública y privada, es poco manejable si, además, no hay inflación. Y uno de los más importantes, es el proceso que vive Catalunya, según el análisis que de España ha realizado el rotativo británico The Financial Times, que señala que los inversores “ignoran el riesgo” de la posible independencia de Catalunya.
En un largo análisis, realizado por diversos periodistas, y con enfoques diferentes, el Financial Times no se olvida del proceso catalán. Al revés. Señala que se trata del “principal reto” del Estado, aunque el Gobierno de Mariano Rajoy confíe en una recuperación económica, y en la mejora de las clases medias en Catalunya para que disminuya el fervor independentista.
«No subestimen» la independencia
Una de las conclusiones es clara. “El impacto financiero de la secesión, sin mencionar las fisuras políticas y sociales, no se deberían subestimar”, asegura el rotativo británico. Sin embargo, por ahora, ese impacto no se está produciendo.
El hecho es que el diario económico considera que habría factores para estar en alerta. Pero, en el conjunto de España, con otros problemas políticos de gran calado, los mercados tampoco están reaccionando. The Financial Times cita al catedrático de la London School of Economics, el español Luis Garicano, quien se muestra, también, sorprendido por la falta de reacción del mundo financiero con casos como el de Podemos, que ha puesto patas arriba la política española.
El diario advierte de que existe una “crisis de confianza” en todas las instituciones, y que requerirá de un esfuerzo “hercúleo”, sin que, esta vez, España pueda recurrir de nuevo a la Comisión Europea, el Banco Central Europeo, o el Fondo Monetario Internacional.
El peso económico de Catalunya
Lo que ocurre es que el rotativo pone el acento en la importancia económica de Catalunya para el resto de España, y entiende que una posible ruptura es un riesgo que el conjunto del país no se podría permitir. Señala que los líderes económicos catalanes no son capaces de asegurar cómo afectará a Catalunya, ni positiva ni negativamente.
Y advierte, principalmente, a los inversores. “El Gobierno central hace una defensa robusta contra el referéndum de Catalunya, pero con las encuestas mostrando que la población catalana votaría por la independencia, los inversores ignoran el riesgo político como riesgo propio”.
El análisis se centra en los datos económicos. “Teniendo en cuenta que la región representa una quinta parte del PIB del país y que, de acuerdo con las estimaciones del gobierno catalán, se producen unas transferencias fiscales de más de 16.000 millones de euros cada año, el impacto financiero de la secesión, sin mencionar las fisuras políticas y sociales, no se debería subestimar”.
Declaración de independencia a la vista
La consideración que realiza el Financial Times es que, aparentemente, todo está controlado. Y que el Gobierno español “bloqueará” el referéndum. Pero insiste en que todas las previsiones señalan que el President Artur Mas convocará unas elecciones anticipadas. “Si Madrid bloquea el referéndum, se espera que Mas convoque elecciones anticipadas con la esperanza que le den una gran mayoría de los partidos que apoyan la independencia”, asegura.
Y si eso ocurriera, “el nuevo parlamento podría estar tentado a realizar una declaración unilateral de independencia, que llevaría al país a una crisis institucional sin precedentes desde la transición de España a la democracia, a finales de los años 70”.
El Financial Times, por tanto, vuelve a señalar al Gobierno español que preside Mariano Rajoy, aunque de forma indirecta, que tiene un problema de una enorme envergadura, y que debería abordarlo.