Ciudadanos propone un Silicon Valley en España
Garicano elabora un modelo de innovación similar al alemán que se financiaría con un freno a la inversión en el AVE
Las empresas españolas de gran tamaño «son similarmente productivas a las grandes empresas europeas, de hecho, hasta más productivas que las alemanas, como se demuestra en el sector del automóvil».
Lo sostiene el economista Luis Garicano, que prepara el programa económico de Ciudadanos, cuya segunda parte, centrada en las empresas, ha presentado este martes con Albert Rivera en el Teatro Goya de Madrid.
El problema en España es que hay pocas empresas de gran dimensión, y, por tanto, el conjunto del tejido empresarial es poco productivo.
España, por debajo de Portugal en innovación
Para remediar esa situación, en una muestra de que Ciudadanos está diseñando políticas económicas elaboradas en cada sector, el partido propone constituir un nuevo sistema español de innovación, que se inspira en el modelo alemán de cooperación público-privado. Ello requeriría un «refuerzo importante del gasto en I-D», que se financiaría con un cambio en las prioridades de la inversión pública, como un freno a la inversión en el AVE.
La situación ahora es que España está muy por debajo de esa inversión en innovación en la relación a la media de la eurozona. Está claramente por debajo del 1,5% de su PIB, un porcentaje que no alcanzó ni en el mejor momento económico antes de al crisis. Por delante figuran países como Francia o Portugal, y a gran distancia de Finlandia o de Alemania. El objetivo es acercase a esos países, con la idea de que debe ser posible la existencia de un Silicon Valley.
Garicano se pregunta, en el documento presentado en Madrid, «¿Por qué Barcelona, Madrid, Bilbao o Valencia no podrían imitar a Berlín, Londres o Tel Aviv y convertirse en pequeños Silicon Valley de Europa?»
Una red de institutos tecnológicos, como en Alemania
El modelo, además de Alemania, es Israel, el país con mayor número de empresas en el Nasdaq americano fuera de Estados Unidos, «el que mayor dinero tiene para capital riesgo en relación al PIB, el que más gasta en investigación y desarrollo».
Pero para lograr eso, Garicano y Rivera consideran que se debe crear «un entorno institucional que lo permita».
Y la propuesta pasa por crear una red de institutos tecnológicos, donde se lleve a cabo investigación aplicada, y donde los investigadores «resuelvan problemas tecnológicos que les plantean las empresas, a través de contratos de investigación». En esa propuesta Ciudadanos ha contado con la colaboración de Diego Comín, profesor formado en la Universitat Pompeu Fabra y en Harvard, y que imparte clases en la Universidad de Dartmouth, en Estados Unidos, presente en el acto en Madrid.
El modelo, de nuevo, es Alemania, con la red Fraunhofer, que se creó en 1949 y que está formada por 67 institutos de investigación. La red ayuda cada año a unas 8.000 empresas a mejorar sus procesos productivos con el desarrollo e implementación de nuevas tecnologías. El documento de Ciudadanos recuerda que sus científicos patentan unas 500 innovaciones al año.
Financiación público-privada
En España, la idea de Garicano es que se podrían constituir unos 30 institutos con esas características. Y el presupuesto sería de 1.000 millones de euros, que es lo que cuesta, según los cálculos de Ciudadanos, 70 kilómetros de AVE. Según la propuesta, el presupuesto se financiaría en un 60% con fondos públicos, un 35% de fondos privados y un 5% de becas internacionales.
Los fondos privados serían la contrapartida, se sugiere, al desarrollo de los contratos de investigación con empresas. Los fondos públicos se usarían para cubrir los costes de investigación aplicada no cubiertos por becas y los costes operativos de los institutos y de la sece central. Los costes de creación de los propios institutos serían cubiertos por el Gobierno y las comunidades autónomas.
Ahora bien, para Ciudadanos habría una inversión pública que en estos momentos se debería sacrificar: el AVE. La intención no es pararla de todo, pero si ralentizarla. En los presupuestos de 2015 se destinan 3.661 millones a la alta velocidad, «una inversión que no es rentable socialmente, ni económicamente, de acuerdo con todos los estudios realizados», según Garicano.