Albert Rivera se decide: abraza la reforma liberal de Garicano
Ciudadanos quiere liderar una tercera vía en España y huye del debate de la izquierda sobre la intervención del Estado
La decisión está tomada. Ha costado, pero Albert Rivera ha ido ofreciendo pistas en los últimos meses. Ciudadanos, que aspira a ser la tercera vía en España, y que parte desde Cataluña, –algo que sólo ha sucedido una vez en la democracia y acabó en fracaso, aunque se trató de una apuesta del nacionalismo catalán, con la operación Roca– será una fuerza política de corte liberal.
Reformista, pero con la aspiración de modernizar las estructuras del estado ofreciendo más poder a la sociedad civil y más facilidades a las empresas.
¿La palanca para ello? La apuesta clara por el economista Luis Garicano, un liberal, catedrático de Economía y Estrategia en la London School of Economics, y autor de un libro de referencia en el contexto de la crisis económica: El dilema de España, que reclama que España tome un camino concreto y abandone la actual tierra de nadie.
De la socialdemocracia al liberalismo reformador
Rivera cuenta con Garicano para elaborar el programa económico de Ciudadanos, lo que ha causado un golpe de efecto para otras formaciones, como UpyD y para el mismo PP. En el otro extremo, está Podemos, que eligió a los economistas Juan Torres y Vicens Navarro.
La formación que lidera Rivera ha sido acusada, de forma periódica, de no tener un horizonte ideológico claro. Aunque buena parte de la dirección de Ciutadans proviene o simpatiza con la socialdemocracia del PSC o del PSOE, en los últimos meses se han ido decantando por posiciones liberales, con el objetivo de sacudir las estructuras del Estado, y buscar una mayor competitividad de la economía.
Garicano trató de impulsar esas reformas necesarias a través del blog Nada es Gratis, el think tank de Fedea, que, con entradas de economistas españoles, desde universidades españolas, o repartidos por todo el mundo, y que gozan de gran prestigio, como Juan Carlos Conesa o Jesús Fernández-Villaverde, abordó cuestiones como el mercado laboral, o la reforma, precisamente, de la universidad española.
El PP, indignado con los economistas de Nada es Gratis
Pero en septiembre de 2013, Garicano anunciaba su marcha del blog, al entender que se complicaba su labor. Aseguraba que seguiría publicando, pero a menor ritmo. Y es que el Gobierno del PP había montado en cólera porque esos supuestos economistas de corte liberal se subían a las barbas y cuestionaban la gestión del Ejecutivo de Mariano Rajoy aludiendo a su independencia de criterio.
Dirigentes de Ciutadans aseguran que España «debe hacer un esfuerzo para abrir más a la competencia algunos sectores», y que el debate de la izquierda, centrado de forma continua en el intervencionismo del Estado, debe ser contrarrestado.
Garicano lo tiene claro. En sus últimos trabajos publicados en medios de comunicación constata que las economías del sur de Europa –en un momento en el que se debate qué hacer con Grecia– «tienen enormes rigideces, enormes segmentos protegidos de la competencia donde los que proveen un servicio viven fuera del mundo real, sin información sobre lo que este desea, ni incentivos para responder a ella».
Reforma del sistema educativo
El caso del sistema educativo en España es para Garicano una muestra de las malas prácticas. «En otros sectores –asegura tras elogiar el sector de la restauración en España– como el educativo, no se adaptan al mundo en que vivimos más que a ritmo de real decreto y de huelgas y contra huelgas». El economista ha alertado, en las últimas semanas, de la victoria de Syriza en Grecia, al entender que se trata de un partido «y otros partidos similares –en una alusión a Podemos– que quieren abandonar las reformas e imaginan un maravilloso pasado estatista al que desean volver».
Rivera lo tiene claro. Y Garicano también, que en su cuenta de twitter confirmaba su ‘fichaje’ por Ciudadanos, como había avanzado, y no por casualidad, Expansión, que suele publicar traducidos sus artículos firmados en Financial Times.
Con esa decisión y a la espera de las reformas que apunte Garicano, se comprobará si los electores están o no en esa onda liberal.