El Gobierno anticipa pensiones menos generosas: pasarán del 64% del sueldo medio al 51% en 2070

Los cálculos que Economía mandó a la Comisión también anticipan que la tasa de reemplazo, la proporción del último salario que se recibe como pensión, caerá del 77% al 64%

Hombre y mujer jubilados. Pixabay.

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El Gobierno ya anticipa que las pensiones serán menos generosas, tanto en proporción del salario medio como en relación con el último sueldo recibido por el pensionista, en un proceso que tomará varias décadas, pero que llevará a que si la pensión media cubre el 64% de la retribución promedio en 2022, supondrá solo el 51% cuando pase el periodo de mayor tensionamiento del sistema de la Seguridad Social.

De acuerdo con los cálculos elaborados por la Dirección General de Análisis Macroeconómico y remitidos a la Comisión Europea como parte del Ageing Report 2024 (informe sobre el envejecimiento), los pensionistas de las próximas décadas verán cómo sus pensiones evolucionan a un ritmo inferior que los salarios, lo que supondrá que la ratio de prestaciones se reduzca progresivamente en 13 puntos.

Estos cálculos estiman que en 2030, en apenas unos años, la proporción será del 69%, para recortarse al 64%, de nuevo, en 2040; bajar hasta el 56% en 2050; hasta el 52% en 2060 y, finalmente, alcanzar el citado 51% en 2070.

Las pensiones crecerán más que los salarios hasta 2030

«Hasta 2030, la ratio de prestaciones seguirá una tendencia al alza debido a un crecimiento mayor de la pensión media que la de los salarios. Esto se debe a la tasa de revalorización extraordinariamente alta en los años 2023 y 2024 (8,5% y 3,6%, respectivamente) y por un fuerte incremento de las pensiones mínimas y no contributivas hasta 2027, en línea con la normativa reciente», detalla el documento.

En las décadas siguientes, los economistas proyectan que el crecimiento salarial será superior al de las pensiones, ya que estas se estabilizarán en tasas en torno al 2%, el objetivo de inflación que se fijó el Banco Central Europeo. Además, aumentará la proporción de pensiones de jubilación topadas en su máximo.

Esto en lo relativo a todas las pensiones del sistema, incluyendo no solamente la de jubilación, sino otras como la de viudedad o en favor de familiares. Si nos quedamos únicamente con la de jubilación, aquí el recorte será más acusado: del 70% del salario medio que representaba en 2022, la pensión media de jubilación subirá al 76% en 2030, gracias la entrada de cohortes con mejores carreras laborales. De ahí disminuirá lentamente hasta el 69% en 2040; al 60% en 2050; al 55% en 2060, hasta llegar al 54% en 2070. Es decir, una diferencia de 16 puntos.

La dinámica será similar en cuanto a la tasa de reemplazo: la proporción del último salario que suponga la pensión caerá desde el 77% de 2022, una de las tasas más generosas de la UE, hasta el 64% en 2070. Otros trece puntos de recorte.

El gasto en pensiones sube cinco puntos con la reforma de Escrivá

«La tasa de reemplazo sigue la misma dinámica que la tasa de prestaciones ya que la evolución de la pensión media está crucialmente afectada por la evolución de la pensión inicial promedio», apunta el documento. Sin embargo, aquí la razón fundamental que explica el recorte es la proporción de pensiones topadas en su máximo, debido a que las bases de cotización aumentarán a un ritmo más rápido que la cuantía de las pensiones. Todo esto mientras los salarios avanzan mucho más.

En total, el gasto en pensiones, calculan los técnicos, supondrá un 16,7% del PIB en 2070, frente al 13,1% que representa en la actualidad, y una vez pasado el momento de mayor tensión para el sistema: en 2050, con la generación del baby-boom ya jubilada, y un peso del 17,3% del PIB.

El peso es mucho mayor al que se estimó en la edición anterior del Ageing Report, debido a la reforma de las pensiones del ministro José Luis Escrivá, que recuperó la indexación de las pensiones con el IPC.

La previsión de gasto en pensiones de Bruselas apunta a que España tendría que ajustar un desfase en el sistema del 0,8 % del PIB, equivalente a 11.695 millones de euros, un cálculo aún provisional a la espera de que la AIReF actualice en 2025 su previsión de ingresos, que podría ser mayor a la estimada en 2023.

La Comisión Europea prevé que, tras la reforma de pensiones, el gasto promedio anual se elevará al 15,1 % del producto interior bruto (PIB) entre 2022 y 2050, a lo que hay que restar la estimación de ingresos promedio de la AIReF del 1 % del PIB, lo que resulta en un «gasto neto» anual del 14,1 % del PIB, 0,8 puntos por encima del máximo del 13,3 % del PIB establecido en la cláusula de cierre de la reforma.

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