La nomofobia: el trastorno derivado de la adicción al teléfono móvil

La dependencia del teléfono móvil es considerado el gran trastorno del siglo XXI

Una usuaria consulta la aplicación para móvil de Wallapop. EFE

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

En medio de la era digital en la que vivimos en la actualidad, el teléfono móvil se ha convertido en un factor imprescindible dentro de nuestra cotidianidad. Tan imprescindible que, a día de hoy, lo utilizamos prácticamente para todo: para socializar, para trabajar, para llevar nuestras cuentas bancarias, para llevar un registro de nuestra actividad física… Unas funciones que forman parte de nuestro denominado bienestar digital.

Una tecnología que ofrece un sinfín de posibilidades

Y es cierto que el desarrollo de estos dispositivos como un factor clave de nuestro día a día ha traído consigo muchas ventajas, entre las cuales se encuentra una gran accesibilidad a la hora de recibir o compartir información, una mayor inmediatez a la hora de estar al día de lo que sucede en el mundo, o una enorme facilidad para comunicarnos con nuestros seres queridos, ya sea por vía telefónica o escrita.

La forma más cómoda de pagar con tu móvil gracias al NFC
NFC en Android.

En los últimos 10 años, la oferta de lo que pueden ofrecer nuestros teléfonos móviles se ha diversificado en gran medida, lo que supone un amplio abanico de posibilidades a la hora de llevar a cabo acciones cotidianas. Y la prueba de ello, es que podríamos realizar la gran mayoría de acciones que hacemos de forma rutinaria gracias a nuestro móvil sin necesidad de levantarnos del sofá: desde hacer la compra para que te la traigan a casa, hasta leer el periódico.

Los estudios evidencian la dependencia sobre los móviles

Sin embargo, esta ingente cantidad de posibilidades es un arma de doble filo, ya que del mismo modo que dota de una gran utilidad a nuestro dispositivo móvil en el día a día, puede terminar generando una adicción insana. Una adicción que recibe el nombre de nomofobia, (procedente del acrónimo no-mobile-phobia), y que es considerada por algunos expertos la nueva enfermedad del siglo XXI.

Así lo demuestran algunos estudios realizados en torno a este trastorno, entre los cuales destaca el realizado por la Oficina de Correos de Reino Unido y el Instituto Demoscópico YouGo. Dicho estudio concluyó que un 53% de los sujetos estudiados llegaban a sentir ansiedad cuando su teléfono se quedaba sin batería, que un 59% se sentía aislado cuando no llevaba consigo el teléfono móvil, y que un 63% miraba el teléfono móvil en los primeros cinco minutos del día tras despertarse.

Mejora de la autonomía batería dispositivos móviles

La nomofobia es descrita como el miedo irracional a no tener móvil o a estar incomunicado a Internet, y es un problema que va en aumento conforme pasan los años, debido a que cada vez son más las personas que cuentan con un smartphone.

El gran peso de las redes sociales

Y la realidad es que se trata de un trastorno mucho más presente de lo que se podría imaginar en un primer momento, que pueden llegar a padecer personas de nuestro círculo que ni siquiera sean conscientes de que su adicción al teléfono ha terminado por convertirse en un problema.

Red social Instagram en un smartphone
Instagram.

Uno de los factores que más peso ha tenido a la hora de enganchar a la gente al teléfono móvil en los últimos años son las redes sociales. Aplicaciones como Twitter, Instagram o TikTok, que cuentan con una cantidad inabarcable de información, generan una enorme dependencia en algunos de sus usuarios, hasta el punto de llegar a rozar lo obsesivo. Algo que se evidencia con que muchas personas chequean sus redes cada escasos minutos, aún a sabiendas de que no va a encontrarse con nada que no haya visto cinco minutos atrás.

Síntomas, consecuencias y soluciones

Los síntomas de este trastorno son mucho más comunes de lo que se puede pensar en primera instancia. Desde mirar constantemente el teléfono, hasta perder horas de sueño para estar navegando por internet, pudiendo llegar al extremo de no querer acudir a sitios en los que no hay acceso a internet, o a no salir de casa sin el cargador a mano para no quedarnos sin batería.

Las consecuencias del mismo, además, pueden llegar a ser mucho más graves de lo que comúnmente se cree. Puede llegar a generar altos picos de ansiedad, derivar un aislamiento social de la realidad y el entorno por estar pegado al teléfono móvil, cambios bruscos en el estado de ánimo si no tienes cerca tu dispositivo móvil, así como otros problemas de salud como insomnio.

Los expertos hablan de algunos consejos para disminuir la dependencia del teléfono móvil, entre los que se encuentran colocarlo en otra habitación cuando estemos haciendo otra cosa, ponerlo en modo avión en reuniones sociales, o establecer unos horarios predeterminados para usar el teléfono en momentos concretos. Unos consejos que, a la larga, servirán en gran medida para mejorar nuestra salud física y mental.

Diego Sánchez Aguado

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp