Valencia, en riego extremo por Covid a diez días de las Fallas
Asociaciones de sanitarios han pedido que los valencianos extremen las precauciones ante una posible sexta ola
Las Fallas se celebrarán del 1 al 5 de septiembre. Foto: EFE
A poco más de una semana de que comiencen las Fallas, la ciudad de Valencia continúa en riesgo extremo por los contagios de coronavirus. Pese a las dudas, la Generalitat Valenciana publicó la semana pasada las medidas con las que se van a celebrar.
Aunque, según los últimos datos, la incidencia se encuentra en tendencia descendente y podría pasar al nivel alto. En concreto, la incidencia acumulada es de 253,43 positivos por cada 100.000 habitantes en los últimos catorce días. Al nivel alto se pasa con 25o casos.
Otra de las capitales de provincia, Alicante tiene 478 casos por cada 100.000 habitantes y Castellón alcanza los 315 casos. Sin embargo, en las últimas dos semanas se han registrado 2.028 positivos, siendo el municipio de la Comunitat con mayor número de casos.
Así, con una incidencia acumulada un 65% menor a principios de agosto, la ciudad afronta cinco días en los que se celebrarán las fiestas patronales. Eso sí, no son los datos que se esperaban, por ello, habrá numerosas restricciones como el toque de queda a la una, la utilización de mascarillas o la cancelación de ‘mascletás’ y castillos municipales.
Los primeros monumentos falleros, popularmente conocido como ‘ninots’ ya están por las calles de Valencia. Tras dos años, los falleros se podrán reencontrar con la esperanza de poder celebrar en marzo de 2022 unas Fallas más parecidas a lo que están acostumbrados.
Desde distintas asociaciones sanitarias se ha pedido extremar la precaución para no favorecer un nuevo repunte de contagios.
Los enfermeros piden «cautela»
Muchos apuntan que se trata de unas Fallas para los falleros, para que puedan cerrar un ciclo que ha durado mucho más de lo habitual. La presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Valencia (COEV) ha pedido a las autoridades que tengan en cuenta la «gran amenaza» de una sexta ola vinculada a la aparición de nuevas cepas y variantes de la Covid-19.
«La relajación de las medidas debe ser moderada y coordinada con el nivel de vacunación y de inmunidad de rebaño», señala la presidenta. Aunque se han mostrado de acuerdo con la celebración pero siempre con «cautela».
«Si volvemos a relajarnos, además de los despiadados efectos sobre la salud pública, aumentarán las catastróficas consecuencias económicas en los sectores más afectados por la crisis del coronavirus», advertía.
