#StopAlFoc: la Generalitat apela a la prudencia de los valencianos
Se prevé que este verano sea uno de los más proclives a incendios por las previsiones meteorológicas y el aumento del turismo rural
La Generalitat Valenciana ha lanzado de nuevo este año la campaña ‘Stop al foc’ para concienciar sobre la importancia de extremar las precauciones y evitar incendios forestales en un verano que se prevé «difícil» bajo el lema ‘Volvamos a la naturaleza, hagámoslo con prudencia’.
El acto de presentación ha tenido lugar en el Palau de la Generalitat con la presencia del ‘president’, Ximo Puig, y las conselleras de Interior, Gabriela Bravo, y Emergencia Climática, Mireia Mollà, además de bomberos, cuerpos de seguridad y de la delegada del Gobierno, Gloria Calero.
Bravo ha destacado que los incendios se apagan con agua pero pueden prevenirse «con educación y sensibilidad» hacia los «tesoros naturales» de la Comunitat Valenciana, por lo que ha apelado a la colaboración ciudadana tanto para evitarlos como para que llamen al 112 ante cualquier sospecha para poder actuar con rapidez.
Este año la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (AVSRE) afronta «una de las campañas más difíciles» con un importante reto de gestión y organización, ha afirmado la consellera, que ha aludido a cuatro factores clave.
En primer lugar, ha explicado que la incidencia de la Covid-19 obliga a implementar medidas extraordinarias de protección del personal. A su vez, como ya informó Economía Digital, la pandemia y los cambios en los hábitos turísticos harán que aumente la afluencia de personas a las zonas del interior y, por tanto, a los bosques.
A ello hay que sumar que la primavera «ha sido muy lluviosa» y ha provocado un aumento de la vegetación de monte bajo y matorral y se espera, en el marco del cambio climático, un verano muy seco con temperaturas muy altas.
Por ello, la AVSRE va a realizar «un esfuerzo de organización inédito» ante este «verano singular, pero también seguro para las personas y para el patrimonio forestal» gracias al trabajo de los profesionales de extinción. Sin embargo, ha advertido de que ese esfuerzo estará incompleto sin la colaboración ciudadana, «uno de los mejores escudos de protección frente al fuego».
LOS BUENOS DATOS DE 2019
Ha recordado que 2019 fue un buen año, ya que se registró el menor número de incendios desde 1986, con 273 fuegos que calcinaron 969 hectáreas. Y de esa superficie quemada el 86% se concentró en un único incendio, el de Beneixama. Para entender esas cifras, la consellera ha remarcado que un año antes, en 2018, el incendio de Llutxent quemó 3.270 hectáreas, lo que supone tres veces más que toda la superficie arrasada en 2019.
De los 273 incendios del pasado año 154 tuvieron lugar en la provincia de Valencia, 69 en la de Alicante y 50 en la de Castellón, mientras que de las 969 hectáreas afectadas un total de 884 estaban en Alicante, 33 en Castellón y 52 en Valencia.
Los bomberos de la Generalitat y el resto de personal de extinción intervinieron en 251 fuegos, mientras que los 22 restantes fueron apagados por los consorcios provinciales. En esa campaña la AVSR dispuso cada día de 432 efectivos y se hicieron más de 200 vuelos de extinción.
Prudencia en la desescalada
Por su parte, la consellera Mollà ha señalado que este año se apela a la prudencia en la vuelta a la naturaleza tras la etapa de confinamiento igual que se ha pedido esa responsabilidad durante la desescalada.
Ha señalado que el dispositivo de prevención de incendios de todos los años se verá reforzado. Así, a las 800 personas que lo conforman entre personal de Vaersa, agentes medioambientales y técnicos en prevención de incendios se sumarán 50 personas, con 11 brigadas más «a pie de monte» para proteger a la población.
Según ha remarcado, la crisis climática «es evidente» y la Comunitat Valenciana ya se vio afectada por dos temporales, la DANA de septiembre pasado y la borrasca Gloria, que afectaron también a la masa forestal, provocando daños que desde su departamento se han ido reparando.
En lo que va de año se han registrado 79 incendios que han quemado 65 hectáreas cuando la meda a estas alturas de año es de 180 fuegos, ha dicho Mollà, que ha señalado que el confinamiento ha influido pero también «el ejemplo y el comportamiento» de la gente.
«Queremos intentar seguir batiendo récords» con estas cifras, ha incidido, destacando que la jornada del miércoles, con las altas temperaturas, el viento y la humedad, fue «difícil», probablemente el día más crítico del año hasta ahora y se superó sin incidencias.
Importancia de la comunicación
Por su parte, Ximo Puig ha insistido en la prudencia y en la responsabilidad, junto a la coordinación entre administraciones, para conseguir buenos resultados y evitar la pérdida de vidas en primer lugar, pero también de bosques, «que forman parte de la vida» y del «alma» de un pueblo.
Ha señalado que las tareas de prevención que se realizan en invierno son importantes pero ha resaltado que los bosques no pueden convertirse en jardines y ante cualquier incidente lo crucial es actuar con rapidez: «La comunicación puede salvar muchísimas hectáreas y también vidas».
«Ojalá –ha aseverado– se consolide esta buena tendencia, pero sin ningún triunfalismo. Prudencia frente al Covid y prudencia al volver a los bosques. Este verano es un buen momento para reconciliarnos con la naturaleza, pero con prudencia».