Los visones hallados muertos en Castellón tenían el virus de la Covid-19
Desde la Generalitat informan que no existe ningún riesgo de contagio para las personas
La Conselleria de Agricultura ha informado este viernes que dos de los visones muertos encontrados en la zona que delimita la frontera entre Castellón y Teruel tenían en su organismo el virus SARS-CoV-2, el causante de la Covid-19 en su organismo.
Según ha avanzado la agencia Europa Press, las autoridades sanitarias de la Generalitat informan que no existe ningún tipo de riesgo para las personas.
La detección del virus en su organismo se ha podido hacer gracias el programa de control y erradicación de esta especie invasora que lleva vigente desde el año 2004.
No obstante, la Dirección General de Medio Natural ha paralizado, por el momento, la captura del visón americano mediante el trampeo hasta que se actualicen y adecúen los protocolos que garanticen la seguridad del personal técnico encargado de su caza.
Se trata de la única población de visones americanos que viven en la Comunidad Valenciana, cerca de los ríos Palancia y Mijares, una población de especímenes que con el paso de los años presenta una tendencia descendente en el número de especímenes desde el inicio de su control y erradicación.
Por otro lado, la Conselleria ha explicado que todavía están en una primera fase de análisis de la situación, así que por el momento se centrarán en recopilar toda la información posible y queda esperar a los resultados de los análisis que los expertos e la universidad CEU Cardenal Herrera (CEU-UCH) llevarán a cabo.
A partir de los resultados de los análisis, se establecerá una evaluación del riesgo y se tomarán las medidas de seguridad que sean precisas.
Ni los primeros visones contagiado, ni los primeros animales con el virus
Además del pangolín, otras especies animales han resultado ser susceptibles de contagiarse con el Sars-Cov-2. Hasta la fecha se han encontrado casos de infección en perros, gatos y, hasta hoy fuera de España, en visones.
De hecho, el pasado mes de noviembre, Dinamarca, un país que había apostado por la industria peletera con la crianza del visón, ordenó el sacrificio de todos los especímenes del país al descubrir que se había originado una rara mutación del virus en los organismos de estos animales.
Así, el gobierno danés terminó con la vida de aproximadamente unos 17 millones de ejemplares de visón criados en las granjas peleteras.