Los colegios concertados exigen transparencia a Educación
La escuela concertada asegura sentirse discriminada y no se fía del proceso telemático de la Administración para la admisión del alumnado
La Conselleria de Educación anunció el pasado martes que el procedimiento de admisión del alumnado en los centros sostenidos con fondos públicos valencianos se realizará sí o sí de forma telemática. Un cambio que han lamentado las escuelas de educación concertada. “No queremos encontrarnos con situaciones extrañas que puedan perjudicar esa pluralidad de la oferta educativa, que entendemos que tiene que darse en todo momento”, advierte Mariano Vivancos, uno de los responsables de la Federación de Centros de Enseñanza de Valencia (Feceval).
En declaraciones a Economía Digital, Vivancos asegura que desde su Federación se han realizado determinadas peticiones a la Conselleria. Entre ellas, la necesidad de garantizar la transparencia en el proceso telemático para la admisión en las escuelas. Para ello, han reclamado a la Administración aspectos como “saber en todo momento qué quieren las familias o cuáles son los colegios más demandados”.
Además, desde Feceval han pedido que los concertados sean “una ventanilla única dentro de ese proceso y, así, poder ser certificadores a efectos de esas opciones que puedan escoger las familias”. Pese a ello, el responsable de la Federación asegura que la nueva forma de admisión supone “muchos retos, sobre todo para aquellos que no tienen los medios oportunos y suficientes para hacer valer su decisión”.
Por otra parte, el portavoz de la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fcapa), Vicente Morro, asegura que la Fcapa ha pedido a la Administración que los colegios pudieran tener un papel más activo, pero esta “ha querido hacerlo directamente sustituyendo las comisiones de escolarización por la inspección educativa”.
DISCRIMINACIÓN CONSTANTE
“Los colegios concertados están discriminados desde siempre por posiciones estrictamente ideológicas de determinados partidos y posiciones ideológicas”, afirma Morro. Y es que durante la pandemia, la Conselleria de Educación dejó de lado a los colegios de educación concertada y a su alumnado en el reparto de tablets. En un primer momento, solo se asignaron entre los alumnos de la pública.
Sobre el problema, el portavoz de Fcapa señala que “tras hacer una serie de quejas, presiones y argumentaciones, la Conselleria se dio cuenta de que los alumnos que eligen un centro concertado pueden tener situaciones económicas iguales o peores que los que elijan uno público. Tienen el mismo derecho a ser atendidos como el resto”.
Pero el trato desigual no ha nacido de este episodio. Durante el 2019, se convocaron distintas manifestaciones donde se reclamaba la libertad de las familias para poder elegir la educación de sus hijos. Esta discriminación “es una irregularidad porque el ordenamiento jurídico cataloga la pública y la privada como dos redes complementarias”, cuenta Morro.
Sin embargo, desde Fcapa denuncian que los actuales gobernantes tanto a nivel nacional como autonómico prefieren, en contra de lo que ha sentenciado alguna vez el Tribunal Supremo, considerar a la red concertada como subsidiaria.
Por otra parte, Vivancos critica que “incomprensiblemente, se tiene mucha prisa en aprobar la nueva ley educativa, diferente a la vigente, pero, en cambio, hay muchos temas que están en el orden de prioridades actuales —en referencia a la pandemia— y no se abordan en esa legislación educativa”.
LA REALIDAD DE CERCA
En el centro de educación concertada La Asunción de Nuestra Señora de Riba-Roja –centro con la media más alta en Selectividad de la Comunidad Valenciana–, el director Cristóbal Beneyto asegura sobre la admisión telemática para el próximo curso que, en un principio, parecía que no se iba a contar con la concertada.
Ahora, al igual que Feceval y Fcapa, pide transparencia en el proceso telemático a la Administración. “Me hubiese gustado que el tema telemático hubiera sido como otras veces, una opción marginal”, ha señalado. A ello, ha añadido que “el contacto con los padres, el que te conozcan, te vean o te pregunten siempre es mejor”. Además, no haría falta reclamar transparencia a la Administración porque “el mejor control es saber qué gente te está pidiendo como primera opción y por qué ha venido aquí”.
Respecto a la discriminación de la Conselleria de Educación y el Gobierno, Beneyto la califica como “una amenaza velada que provoca incertidumbre entre los padres que quieren elegir un centro determinado, entre la gente que está trabajando en estos colegios y, por supuesto, entre los titulares de los distintos centros”.
Asimismo, denuncia que la Administración solo se acuerda de la escuela concertada cuando le interesa, pero para otras cosas “les dejan de lado”, como en el reparto de las tablets. De hecho, señala que Conselleria ya lleva cuatro meses de atraso con los pagos “y poco a poco nos vamos ahogando en este sistema porque tenemos gastos que no podemos pagar si no entra dinero”.
En líneas generales, Beneyto reclama que no se fomente el miedo por parte de la Administración a la escuela concertada. Al fin y al cabo, recuerda, “tienen la misma actitud de servicio que pueda tener una escuela pública”.