Las ayudas sociales de entidades valencianas frente al coronavirus
Casa Caridad, Fundación Altius y AECC Valencia impulsan ayudas sociales para amortiguar los efectos del coronavirus
La crisis sanitaria del coronavirus ha desestabilizado a la sociedad. Por ello, distintas asociaciones valencianas alertan sobre los efectos del virus y actúan con medidas firmes para paliar las graves consecuencias. Durante el primer mes de Estado de Alarma decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez, instituciones como Casa Caridad, Fundación Altius y AECC Valencia han tenido un papel esencial.
Así, Casa Caridad ha repartido cerca de 6.000 raciones de alimentos y ha realizado más de 1.500 atenciones por vía telemática con personas que han solicitado ayuda a la Asociación. Actualmente, la institución benéfica aloja a más de 120 personas -la mitad son españoles y el resto de más de 20 nacionalidades- en los albergues de Pechina y en los módulos de familias y convalecientes ubicados en Benicalap.
“Las personas en riesgo de exclusión social son los grandes olvidados de esta pandemia. En los albergues tenemos a familias con menores, personas mayores o con problemas de salud. Gente que no tendría un alojamiento o acceso a alimentos sin la ayuda de entidades como la nuestra. Pero, además, precisan de un acompañamiento para seguir trabajando con ellos en talleres y sesiones individualizadas para la adquisición de habilidades sociales y facilitar su normalización”, ha asegurado en comunicado oficial el presidente de Casa Caridad, Luis Miralles.
Una situación que denuncia del mismo modo la Fundación Altius que se encarga de llevar a casa productos de primera necesidad a más de 500 familias en Madrid y Valencia.
También, la población con cáncer es extremamente vulnerable en el ámbito sanitario y social. Por ello, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de Valencia ha creado una bolsa económica para ayudar a pacientes con cáncer y sus familiares que estén en una situación de vulnerabilidad social.
A través de esta bolsa, con una partida de 150.000 euros, la entidad pretende dar cobertura a todas las necesidades básicas de estas personas, especialmente de manutención y pago de vivienda, y mitigar las consecuencias sociales que la crisis del COVID-19 puede haber provocado en este colectivo, como la pérdida de empleo o la falta de ingresos en la unidad familiar.
Un diagnóstico de cáncer implica un gasto extra mensual de entre 100 y 300 euros por unidad familiar. Un gasto que, junto a los propios de cualquier hogar, pone en jaque a 27.000 pacientes con cáncer en España, un 11% de las cuales residen en la Comunidad Valenciana. “Nos encontramos con pacientes de entre 50 y 60 años en su mayoría, que están más preocupados por alimentarse bien o seguir pagando alquiler, hipoteca, suministros, etc. que por las propias consecuencias de los tratamientos. Si a esto se le suma el desempleo, un ERTE o la falta de ingresos, la vulnerabilidad aumenta hasta llegar a situaciones en las que resulta muy complicado poder mantenerse”, ha explicado Zahira Pérez, trabajadora social de AECC Valencia. Las ayudas de emergencia oscilan entre los 150 y 400 euros en función de las necesidades y la situación laboral.