La València abandonada
Un campo de fútbol, un hospital, una fábrica y hasta un barrio. Emblemáticos edificios en ruinas o desuso que, sin embargo, ya son esencia de la capital
Preguntado una vez por el objetivo de una de sus obras, el arquitecto neerlandés Rem Koolhass respondió: «Un edificio tiene dos vidas. La que imagina su creador y la vida que tiene. Y no siempre son iguales». De ello se deben acordar las mentes pensantes de tantos proyectos que ha iniciado València y que nunca han llegado a buen puerto. O que sí lo hicieron, pero con el tiempo se convirtieron en lugares abandonados. Y es que el paisaje urbanístico de València está repleto de edificios que nunca han sido finalizados o que han estado continuamente en desuso.
Sin embargo, parece que las tornas han cambiado. Recientemente, el alcalde de la ciudad del Turia, Joan Ribó, aseguró refiriéndose al Nuevo Mestalla: «La paciencia tiene unas normas. Veo muy difícil ofrecer una prórroga al Valencia. El club tampoco la ha pedido». En la misma línea, el Ayuntamiento está decidido a derribar la antigua fábrica cervecera ‘El Turia’, situada en la calle San Vicente y en desuso desde 1986: «Queremos garantizar la seguridad y evitar que la zona se degrade». Este puede ser el fin de dos de los muchos edificios abandonados a los que los valencianos ya se han acostumbrado. Aquí una ruta por algunos de ellos. Por esa València que pudo ser y no fue.
El «Nuevo» Mestalla
Hace ya varios años que el adjetivo «nuevo» se quedó desfasado para referirse a la que iba a convertirse en casa del Valencia Club de Fútbol. El ‘soñado’ estadio más moderno del mundo se ha convertido en una estructura enorme de cemento. Se empezó a construir en 2007 en una de las zonas con mayor crecimiento de la ciudad con la idea de que fuera un estadio 5 estrellas (un aforo para 75.000 personas, zona de ocio incluida y posibilidad de albergar competiciones de atletismo) que sustituyera al anticuado Mestalla. Sin embargo, dos años más tarde se paralizaron las obras y entre multas, promesas de continuación y polémicas, los blanquinegros siguen jugando entre Suecia y Aragón. De momento, no parece que haya solución a corto plazo y, temporada tras temporada, los valencianistas siguen retando a los cimientos de un estadio que está a punto de cumplir los 100 años. Hasta que aguante.
La vieja Fe
Tras 42 años en el barrio Campanar, en 2011 el Hospital Universitario y Politécnico La Fe se trasladó a Malilla. Ahora, parece que las viejas instalaciones han recuperado un ápice de su antiguo esplendor. Y es que desde el pasado mes de abril se ha convertido en un improvisado hospital de campaña para atender a enfermos del Covid-19. Además, a finales de enero comenzaron las obras para construir el centro de salud Campanar II y el nuevo centro de especialidades de alta resolución del Espai Sanitari Ernest Lluch. La inversión es de más de 25 millones de euros y, a priori, estarán finalizadas para 2022.
Torre Miramar
Situada entre la avenida Cataluña y la entrada en Valencia por la V-21, apenas se ha utilizado. Tiene 45 metros de altura, una capacidad para 160 personas y se supone que fue creada para divisar el litoral valenciano, aunque desde lo alto únicamente se aprecia una pequeña parte de la Malva-rosa, de hecho, se le conoce como «el mirador sin vistas». Hace apenas seis meses Giuseppe Grezzi, el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento, cuantificó el global de las obras de reparación de todo su conjunto en 3,09 millones de euros, lo que la convierte en la rotonda más cara de España.
Fábrica cervecería Turia
Este solar de 30.000 metros cuadrados, situado en el entorno de la Creu Coberta, estuvo activo desde 1947 y fue uno de los motores de la ciudad hasta 1986. Desde entonces ha estado abandonado. Ante esta situación, el Ayuntamiento asumió el derribo dentro del proyecto del Parc Central, en el que lleva invertidos un millón de euros.
Sociópolis
Una ilusión que nunca se hizo realidad. El mayor representante valenciano, junto con el «nuevo» Mestalla, de la crisis inmobiliaria que azotó a España en la década pasada. Pretendía revolucionar el modelo urbanístico tradicional con la mezcla de viviendas accesibles, parques y jardines. Una zona de la ciudad en la que los edificios y la huerta se iban a abrazar. Las obras quedaron paradas en 2011 y, a finales de 2018, el Botànic se comprometió a reanudarlas. Sin embargo, este febrero volvieron a paralizarse. Por lo que la utopía sigue estancada.
Edificio Iberdrola
Situado en Isabel La Católica, este edificio es el rara avis de la city de Valencia. Rodeado de oficinas y de inmuebles residenciales que rondan el millón de euros de valor, fue la sede de la compañía hasta 2007. Pese a sufrir un incendio en 2011 y encontrarse totalmente desatendido, forma ya parte de un paisaje urbanístico que no se corresponde con su imagen. Su futuro es una incógnita, pero su estratégica localización no es una mala carta de presentación para nuevos proyectos.