Europa provoca 156,6 millones de pérdidas al campo valenciano

Europa lleva tiempo apostando por una agricultura ecológica, más natural y que rechaza la utilización de los productos químicos. Ese cambio en su política fitosanitaria ha provocado unas consecuencias directas en el campo valenciano que se traducen en 156,6 millones de euros de pérdidas al año, según un estudio realizado por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA).

La principal razón por la que se producen estas pérdidas se encuentra en la “falta de soluciones autorizadas para hacer frente a las plagas y enfermedades agrarias que impone la política fitosanitaria europea”, que este año se traducirán en un desperdicio alimentario récord de 450.000 toneladas, lo que significa unas pérdidas de 156,6 millones de euros para los productores.

Ante esta situación, el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, remarca que “la política fitosanitaria europea, con la complicidad vergonzosa del Gobierno español, está equivocada y nos aleja de los objetivos contra el cambio climático. La eliminación de las materias activas fitosanitarias, empujada por postulados ideológicos y sin criterios científicos, aumenta el número de tratamientos en el campo para combatir las plagas y enfermedades, con la degradación ambiental que ello implica; dispara el desperdicio alimentario a lo largo del ciclo del cultivo, sin reducir el consumo de recursos como abonos, fertilizantes, agua o energía; agrava la crisis de rentabilidad y eleva el abandono de campos. Justo lo contrario de lo que Europa debería lograr para preservar un territorio cuidado, productivo y sostenible”.

Además, Aguado recuerda la “contradicción suicida de que esas mismas administraciones comunitarias abren sus puertas a productos agrarios de terceros países que compiten de manera desleal porque utilizan sustancias activas que han sido prohibidas a los agricultores europeos. Sin duda, las políticas agrarias de la Unión Europea requieren un cambio de rumbo y lo requieren ya”.

120 millones en cítricos

Los cultivos más afectados son los cítricos, especialmente las naranjas y mandarinas, que superarán las 357.800 toneladas desperdiciadas en los huertos de la Comunitat Valenciana. Esta cifra se traduce en unas pérdidas de 120 millones de euros, entre los perjuicios directos sobre la fruta y los costes de los tratamientos realizados.

La principal causa que explica este desperdicio es, según afirma AVA, “la supresión esta campaña del Metil Clorpirifos”, la única materia activa que venía demostrando eficacia contra el Cotonet de Sudáfrica, sin que desde Europa se haya puesto a disposición de los agricultores otras alternativas de control de las plagas viables y “con la lucha biológica aún en una fase experimental”.

Por otro lado, el caqui es otra fruta de temporada que sufrirá “devastadoras mermas de producción”, como señala el estudio AVA_ASAJA. En este caso, la pérdida de fruta asciende a las 85.000 toneladas, lo que provocará unas pérdidas para los productores de 25 millones de euros. La prohibición del Metil Clorpirifos también en esta ocasión está de nuevo detrás de los ataques sin precedentes de los cotonets y las moscas blancas, frente a los cuales “los agricultores no han podido hacer nada pese a triplicar el número de aplicaciones fitosanitarias”.

La almendra y el arroz

Otra de las producciones valencianas que en la actualidad ya padecen un porcentaje de desperdicio muy importante es la almendra. En este caso, el estudio de AVA señala que el sector tendrá una pérdida de cosecha de unas 6.000 toneladas afectadas en las 40.000 hectáreas de once comarcas valenciana, cantidad que se traduce en 10 millones de euros de pérdidas, debido principalmente a la expansión de la avispilla del almendro

Por último, el estudio indica que otro de los grandes productos valencianos afectados por el cambio de política fitosanitaria es el arroz, que pierde 6.000 toneladas en la actual siega, lo que supone 1,6 millones de euros de impacto económico, debido a la afección de la enfermedad fúngica

Por último, con la presentación de este estudio, que coincide con la celebración del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha advertido de que “el desperdicio alimentario no es solo un problema en la fase de la distribución y el consumo, sino que ya se produce y crece de manera alarmante a pie de campo”.