Sergio González (Microsoft): «Una vez que las empresas prueban la IA, ya no hay vuelta atrás»

En el marco del Redit Summit que se organizó en Alicante, este diario tuvo la oportunidad de conversar con Sergio González, quien hizo una ponencia sobre innovación y tecnología. Se trata de un especialista en Inteligencia Artificial que forma parte del equipo de Microsoft. Lidera el equipo Global Black Belt, asesorando a las grandes empresas del IBEX sobre cómo la IA puede revolucionar sus procesos. El enfoque que predica es claro: la IA no solo mejora la eficiencia, sino que abre nuevas oportunidades de negocio y acelera la transformación digital.

Con más de una década de experiencia, González es también mentor de startups, conferenciante y profesor, compartiendo su conocimiento en torno a cómo las empresas, desde las más grandes hasta las pequeñas pymes, pueden aprovechar al máximo las posibilidades de esta tecnología disruptiva. Desde la atención al cliente o la exploración de nuevos mercados que antes eran imposibles, sus respuestas dejan claro que la adopción de la IA es un imperativo para las organizaciones que buscan mantenerse competitivas en el futuro.

En tu rol como asesor tecnológico en Microsoft, ¿cuál dirías que es tu foco principal a la hora de decirles a las empresas que utilicen la IA?

Básicamente, nuestro equipo se dedica a asesorar a clientes sobre cómo utilizar las tecnologías de inteligencia artificial, especialmente las de Microsoft con Azure AI, para transformarse. Aunque tradicionalmente trabajamos con empresas del Ibex o corporaciones internacionales, cada vez estamos diversificándonos más. Nuestro enfoque se centra en cómo la IA puede ayudar a transformar diferentes áreas de la empresa: desde la experiencia del empleado hasta la relación con los clientes o mejorar la cadena de distribución.

¿En qué aspectos las empresas están utilizando esta tecnología para mejorar su modelo?

Yo siempre digo que, cuando una empresa utiliza la inteligencia artificial, no hay vuelta atrás. Eso es porque tiene un impacto muy amplio en todo lo que se aplique, y hemos comprobado que una vez que empiezan a utilizarla, descubren todo un abanico de posibilidades que no habían considerado antes. Por ejemplo, la IA generativa está transformando la forma en que los empleados acceden y utilizan el conocimiento dentro de la empresa. A las empresas les está ayudando a extraer información valiosa en grandes volúmenes interpretables para ver como mejorar su productividad.

Además, en la relación con los clientes, las interfaces conversacionales están permitiendo la creación de asistentes virtuales o chatbots mucho más efectivos, que responden a las necesidades de los clientes de forma inmediata. En el ámbito de la producción, está ayudando de una manera brutal a reducir la carga administrativa, automatizando tareas que antes requerían mucho papeleo o validación manual. Y finalmente, muchas empresas están utilizando la IA para abrir nuevos mercados o creando productos que antes no hubieran sido posibles.

¿Podrías darnos un ejemplo de cómo la IA ha ayudado a resolver un problema específico?

Un buen ejemplo es el uso de IA en el sector legal. Muchas firmas de abogados manejan grandes volúmenes de documentos complejos, como jurisprudencia y textos legales. Ahora se pueden analizar estos documentos y proporcionar a los abogados recomendaciones basadas en su contenido. Otro ejemplo sería en el sector de atención al cliente, donde los asistentes virtuales analizan en tiempo real los datos históricos de un cliente y proponen al agente humano las mejores respuestas o soluciones. Esto mejora tanto la eficiencia como la reputación de la compañía.

Parece que solamente las grandes empresas están aprovechando esta tecnología ¿Tienen alguna oportunidad las pymes?

Las pymes pueden transformarse con la IA, especialmente gracias a las plataformas en la nube. Antes, montar una infraestructura de IA generativa era extremadamente costoso y solo las grandes podían permitírselo. Pero ahora, la nube ha democratizado el acceso a estas tecnologías, reduciendo las barreras de entrada.

Por ejemplo, una pyme puede empezar a utilizar herramientas basadas en IA sin tener que gastarse una fortuna, como pasaba antes. A medida que su negocio crece, pueden escalar el uso de la tecnología de manera proporcional. Esto permite que tanto startups como pequeñas empresas puedan competir en igualdad de condiciones en cuanto a innovación tecnológica. Ahora es un momento irrepetible y más teniendo en cuenta que el tejido español le falta mucha inversión en ese sentido.

¿En qué áreas crees que la IA tiene mayor impacto para las pymes?

Principalmente en tres áreas: la automatización de tareas administrativas, la mejora en la relación con los clientes y la optimización de la producción. Por citar un ejemplo, sería utilizar la IA en la gestión de inventarios para prever demandas y ajustar la producción de manera más precisa. También están las interfaces conversacionales, que permiten a las pymes mejorar la atención al cliente sin necesidad de aumentar su equipo humano. La IA también les ayuda a innovar y probar nuevas oportunidades con menos riesgo.

¿Cómo ves el panorama en cuanto a la adopción de IA en España, tanto en grandes empresas como en pymes?

En España tenemos un ecosistema empresarial muy potente y un talento envidiable. En los últimos años, hemos visto cómo grandes centros de cómputo se han instalado aquí, lo cual impulsa aún más la adopción de estas tecnologías. Eso sí, hay trabajo por hacer, especialmente en el ámbito de la administración pública y en sectores muy regulados, donde la adopción de la IA puede ser más lenta. Pero en general, tanto grandes empresas como pymes están dando pasos importantes en la dirección correcta.

¿Qué consejo le darías a una empresa que aún no ha empezado a utilizar inteligencia artificial?

Mi recomendación es simple: empezar a usarla. Muchas veces hablamos de herramientas que ya están disponibles, como los copilotos basados en IA o aplicaciones como ChatGPT, que pueden transformar el día a día de una empresa de inmediato. Cuando las empresas prueban estas herramientas, el cambio es tan palpable que no podrán dejar de usarla. La IA no es una tecnología que se aprenda leyendo libros, sino utilizándola en el día a día. Mi consejo es que se atrevan a experimentar con ella y que descubran cómo pueden mejorar toda su empresa con un coste ínfimo.