El “miedo irracional” de poner fin al teletrabajo
"La preocupación constante y el miedo ansioso” afecta a la vuelta al trabajo de los valencianos
“Una persona que lleva tres meses trabajando desde su casa y que ahora tiene que volver a su puesto de trabajo se enfrenta al miedo irracional de que algo vaya a ocurrir”, explica Enric Valls, un psicólogo valenciano especialista en salud, miembro del Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunitat Valenciana y director de la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (AEPAE) en Valencia.
Con el inicio de la ‘nueva normalidad’ se retoman los viejos hábitos. La vuelta a los puestos de trabajo es inminente pese a que el Gobierno central haga primar aún el teletrabajo y recomiende una reincorporación progresiva. La Administración valenciana, por ejemplo, se ha saltado esa advertencia y ha impuesto la vuelta al 100% del funcionariado.
Ante esta tesitura, Valls habla del conocido como ‘Síndrome de la cabaña’, que se basa en el temor de las personas a salir de casa o ir al trabajo por miedo a contagiar o ser contagiado.
“Es cierto que estos tres meses de confinamiento han sido duros y hay personas que no están sabiendo cómo hacer frente a ello. Es algo totalmente natural porque nadie les ha enseñado a hacerlo. Nos estamos encontrando personas con insomnio, miedo al futuro y no saber qué va a ocurrir a nivel laboral y social. Ese miedo genera muchas veces falta de acción o de movimiento”, asevera el psicólogo.
Ya ha habido empresas que han sufrido rebrotes entre sus trabajadores, como es el caso de la cárnica de Rafelbunyol (València). Al respecto, expresa que “hay personas que por una entra y por otra sale. Salen sin mascarilla, no respetan las medidas… Pero normalmente, el hecho de ver alguna información de rebrote puede generar otra vez la señal de alarma y eso genera mucho malestar y sufrimiento”.
Esta tesitura lleva a la persona que debe volver a su puesto de trabajo a no ser tan eficiente “debido a que esa preocupación constante o estado ansioso impide que pueda retomar con total normalidad sus labores cotidianas porque prima el pensamiento de ‘me voy a enfermar’”.
Aún así, Valls asegura que nos encontramos en un periodo inicial: “Al haber experimentado el confinamiento, cuando uno sale y sale del proceso tiene un estado de alerta que poco a poco cuando vaya afrontando y viendo con total normalidad irá disminuyendo”. El problema, indica, es que “un 30% de las personas no será capaz de salir de esa nueva espiral”.
EL TELETRABAJO VIENE PARA QUEDARSE
Un estudio de Eada Business School en Cataluña constata que un 80% de los trabajadores encuestados piensa que el teletrabajo ha venido para quedarse. Valls está de acuerdo, aunque apunta que hay ámbitos donde “es necesario el contacto: industrias de alimentación, la Ford… Pero es cierto que esto ha generado que se potencie. Se va a potenciar y se está haciendo ya”.
Este mismo informe indica que solo un 7,8% de los 600 encuestados teletrabajaba más de cuatro días a la semana antes del confinamiento. Asimismo, desde que este se iniciara, un 42% afirma tener problemas de concentración por interrupciones familiares y un 33% asevera no tener un espacio adecuado para trabajar.
Esa falta de protocolos ha provocado, por ejemplo, que aumenten los tiempos que está disponible el trabajador para la empresa y solo un 19,1% de los encuestados ha respetado el horario que tenía en la oficina. El psicólogo valenciano justifica este último dato “por ese miedo irracional que provoca un porcentaje que no es muy grande, pero que es”.
ANHELO DEL CONTACTO SOCIAL
Otro estudio de la agencia AxiCom subraya que un 63% de las personas que han trabajado desde casa echan de menos socializar y el ambiente de oficina. Justamente, según Valls, “las circunstancias han hecho que se fomente el teletrabajo para evitar ese contacto social”.
Al respecto, reconoce que “el ser humano de por sí es contacto social. Necesita ese trato cercano, el compartir, un afecto, el sentimiento de grupo… Y eso desaparece con el teletrabajo. Necesitamos ese contacto. El no tenerlo genera baja productividad”.
El estudio también indica que los otros aspectos que anhelan los empleados es la falta de desconexión mental (61%), la dificultad para finalizar la jornada laboral (57%), la carencia o mínima adecuación del espacio de trabajo y del material (46%), el aumento de las llamadas y videollamadas (34%), la dificultad para concentrarse (20%) y mayor gasto de luz y gas (20%).
Por otra parte, los aspectos que más gustan de trabajar desde casa son evitar los desplazamientos (86%), aprovechar más el tiempo (63%), madrugar menos (51%), la conciliación familiar y laboral (44%), el poder comer comida casera (31%) y disfrutar de más tiempo libre (19%).
JORNADAS LABORALES MÁS LARGAS
Una encuesta de Bain & Company manifiesta que entorno a un 40% de trabajadores afirman que su jornada laboral es más larga desde que trabaja en remoto. Por contra, solo un 18% asevera trabajar menos horas.
Entre otros datos, cabe destacar también que un 51% de los encuestados prefieren teletrabajar y un 25% que prefiere trabajar presencialmente. Asimismo, un 42% de los encuestados piensa que no hay necesidad de volver al trabajo presencial en este momento, mientras que un 38% se siente totalmente confiado con la vuelta a su lugar de trabajo.
“Es cierto que la parte económica es importante. Sin esa economía no existe evolución. Aún así, es una situación sin precedentes y siempre se está en constante ensayo-error, pero es imprescindible cubrir las necesidades básicas del trabajador. La empresa ha de ser consciente y asegurar su seguridad. Se debe potenciar el teletrabajo siempre buscando respetar la seguridad vital del trabajador”, concluye Valls.