Ximo Puig se queda sin oposición en el PSPV
Los fieles a Ábalos sopesan si plantar cara a Ximo Puig en los congresos provinciales y en el cónclave regional, tras su salida del Gobierno y de la dirección nacional
La salida de José Luis Ábalos del Gobierno y de la dirección nacional del PSOE revalida a Ximo Puig al frente de la Generalitat Valenciana. En el PSPV ven el cese como el espaldarazo definitivo de Pedro Sánchez a la continuidad del proyecto de Puig de cara al próximo congreso regional.
Los ‘Abalistas’ pensaban plantar cara a los ‘Ximistas’ para nivelar la relación de poderes en la federación valenciana. Sin embargo, la salida del ministro «ha sido una sorpresa para todos», destacan las fuentes socialistas consultadas.
En estos momentos, Puig se ha quedado sin oposición y, según ha podido saber Economía Digital, los fieles de Ábalos sopesan sin plantar cara en los congresos provinciales y en el cónclave regional que están por venir, tras el Congreso Federal que tendrá lugar los días 15, 16 y 17 de octubre en Valencia, en claro guiño de Sánchez.
Valencia es el bastión que el presidente del Gobierno quiere fortalecer de cara a utilizar la presencia y el relato de Puig, junto a Salvador Illa (Cataluña) y Francina Armengol (Baleares) para buscar una solución al llamado conflicto catalán.
Sánchez ya cuenta con el apoyo de Valencia como pieza central en este entramado y en el PSPV ven claro dos guiños hacia la continuidad de Puig para llevar a cabo este proyecto: la salida de Ábalos y la nueva ministra (exalcaldesa de Gandía y aliada del presidente valenciano), Diana Morant.
Con estos procedentes, los aliados de Ábalos temen por sus puestos y también debaten si plantar cara a Puig en el cónclave de noviembre. Así y en Alicante, a Puig se le abre la puerta para apartar a la corriente más cercana a Ábalos capitaneada por el diputado Alejandro Soler, frente a los cercanos al exsenador Ángel Franco, más de la cuerda del presidente valenciano.
El exministro de Transportes también logró colocar a sus afines en el consistorio valenciano con Aarón Cano, Elisa Valía y Sandra Gómez, con puestos destacados en el reparto de concejalías.
Ábalos ha desplegado su poder estos años de la mano de la secretaria general en la provincia de Valencia, Mercedes Caballero, que se rodeó de una inmensa mayoría de diputados provinciales para acorralar al presidente de la Diputación, Antoni Gaspar.
En estos momentos y tras las últimas elecciones, los fieles a Ábalos controlarían el Ministerio de Transportes y sus empresas públicas, la Delegación del Gobierno y buena parte de la Diputación de Valencia, además de algunas concesiones en las listas del Ayuntamiento y de las Cortes Valencianas; mientras que Puig maneja todos los puestos del Consell, sin ningún afin al ministro.
Desde la corriente que secunda al ex ministro se encuentran contrariados por la decisión de Sánchez y se preguntan si los afines al jefe del Consell, «¿ya han pasado su penitencia por apoyar a Susana Díaz hace cuatro años?», «¿Pueden entonces considerarse dentro del ‘sanchismo’. No entendemos nada», afirman a ED.
Sin embargo, estos dirigentes no consideran que desde Moncloa se busque ahora una caza de brujas. La estrategia de Puig siempre ha sido la del PSOE «que cose» y esperan que así lo haga si finalmente no encuentra oposición.
Sin embargo, sí encuentran más batalla en los congresos provinciales y todas las miradas apuntan a la salida de Caballero, antes mencionada, por los numerosos desencuentros que ha mantenido con el presidente valenciano.
Todavía está por ver si Ábalos recibe alguna «recompensa», como muchos en el PSPV piensan, por sus servicios y fidelidad a Sánchez todos estos años que pudiera cambiar los acontecimientos de cara al cónclave valenciano. En el PSPV piensan que el exministro debería de ser premiado, pero también consideran que «el nuevo ‘sanchismo’ es Puig».