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Cuesta encontrar una calle céntrica que no se haya visto alterada por el Plan de Movilidad de Ribó. La Calle Colón, la Plaza de la Reina, Giorgeta, San Agustín, Pérez Galdós, la Avenida del Puerto…  El proyecto de peatonalización de la dupla Grezzi-Ribó cumple su quinto aniversario con el mismo objetivo: limitar al máximo los vehículos privados. 

La semana pasada finalizaron las obras de la joya de la corona: la Plaza del Ayuntamiento. En declaraciones a Economía Digital, Sandra Gómez, vicealcaldesa de València, aseguró eufórica que «hemos conseguido convertir en plazas para los valencianos lo que antes eran grandes rotondas».

Joan Ribó no se quedó atrás y señaló que «esta plaza acaba siendo lo que tenía que ser: una plaza para las personas, una plaza que rescatamos para la ciudadanía, para los hombres y mujeres que viven en esta ciudad».

Pese a que se trate de una reforma temporal, ha supuesto en total para el Ayuntamiento de València 12 contratos, de los cuales solo dos han sido públicos y porque superaban la cantidad establecida por ley. Además, se desconoce el coste total de las obras. El Botànic lo sitúa en 800.000€, pero la oposición asegura que ha superado el millón. 

Desde el seno del grupo municipal popular denuncian que «es impresentable haberse gastado más de 1,2 millones de euros en una reforma provisional cuando ahora la prioridad está en ayudar a comercios, autónomos y pymes».

En la misma línea, Fernando Giner, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, señala que el proyecto «está lleno de sospechas: hemos tenido que ir investigando, indagando, pidiendo expedientes para descubrir cómo se ha llegado a esta situación cuando lo normal es que estos contratos, que en mayoría son menores, se hubieran licitado todos en concursos públicos y pudiéramos haberlos visto a un golpe de clik en la web».

Plaza del Ayuntamiento, València

María José Català, presidenta del PP en la ciudad de València, también se ha posicionado en contra y asevera que «no se ha tenido en cuenta la flexibilidad de la ciudad y la capacidad de transitar de forma segura para las personas con movilidad reducida y para las personas que llevan carros». De hecho, afirma que en el supuesto de que dentro de 3 años recayera la alcaldía de València en manos del PP «revertiríamos muchas decisiones con informes técnicos: si se restringe el tráfico privado por una vía, hay que dar oportunidades por otra. Se puede reducir el vehículo privado, pero no a golpe de imposiciones sino de mejorar el transporte público». 

NUEVOS PROYECTOS

La Plaza del Ayuntamiento no es algo aislado. El Plan de Movilidad de Grezzi tiene marcadas en rojo sus próximas reformas: Plaza de San Agustín, Avenida Pérez Galdós, Avenida del Puerto y la Plaza de la Reina. La intención es la misma en las cuatro: peatonalizar la ciudad al máximo. 

En la Plaza de San Agustín se pretende hacerlo sin realizar una gran obra, ampliando las aceras y reduciendo el tráfico a tres carriles: uno conectará con la Avenida del Oeste, y otros dos se dirigirán hacia la calle San Vicente, permitiendo el aceceso también a la calle San Pablo

En la Avenida Pérez Galdós y en la Avenida del Puerto el objetivo es reducir el número de carriles. En la primera habrá un carril menos por sentido y se cubrirán las partes del túnel que ahora están a cielo abierto, mientras que en la segunda se pasarán de cuatro carriles más el de la EMT a dos o tres más el de la EMT, con la firme idea de crear un «paseo al mar».

Por último, la polémica reforma de la Plaza de La Reina, la cual ya se ha adjudicado a UTE Edifesa Collosa por un importe de más de 8,9 millones de euros, que peatonalizará este histórico espacio para el verano de 2021. 

Por tanto, Ribó suma y sigue con su Plan de Movilidad: cada vez más peatones y menos vehículos. Lo que para algunos es la València peatonalizada para otros es la València colapsada. 

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