Ribera desautoriza a Puig con el trasvase mientras PP y Compromís le exigen que presione más
Los regantes dan la razón al presidente valenciano ya que aseguran que hay un cambio en la disposición adicional novena
Ximo Puig está en un encrucijada en la que sus superiores le ningunean y sus rivales le tildan de blando. La propuesta de decreto que afectará a las cuencas del Tajo y del Segura, actualmente, es una amenaza para 27.000 hectáreas de cultivo de la Comunidad Valenciana y 16.000 empleos. Frente a esto, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, le dice al presidente valenciano que no hay ningún cambio que le afecte mientras los rivales del PSPV-PSOE, a cuatro meses de las elecciones, le presionan por la izquierda (Compromís) y por la derecha (el PP) que es blando a la hora de defender los intereses de los valencianos.
El primer revés el día después de la manifestación le ha llegado a Ximo Puig de su propio partido. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, sostiene que el documento remitido al Consejo de Estado que afecta al trasvase Tajo-Segura es el que fue respaldado mayoritariamente en el Consejo Nacional del Agua, en contra de lo que afirman desde el Gobierno valenciano.
Ximo Puig utilizó palabra sonora para contestar a su compañera de partido: «Incontrovertible». Es decir, que no admite duda ni disputa. «Ha habido un cambio por parte del Gobierno -central-, que tiene su derecho a cambiar, pero nosotros también a discrepar», ha sentenciado al respecto Puig en declaraciones a periodistas recogidas por EFE en Orihuela (Alicante), una de las localidades alicantinas más afectadas por el recorte del trasvase Tajo-Segura.
La concentración reivindicaba que se mantenga la disposición novena, aprobada el mes pasado en el marco del Consejo del Agua, que introduce un mecanismo corrector por el que no será necesario revisar y aumentar los caudales ecológicos si la calidad ambiental del agua a su paso por Aranjuez es buena.
Ante la controversia, y dado que la manifestación celebrada en Madrid fue convocada por el sindicato de regantes del trasvase Tajo-Segura, la respuesta que los propios manifestantes dan a Economía Digital sobre las declaraciones de Ribera es que son falsas. «La ministra podrá repetir sus justificaciones para esconder sus torticeras artimañas las veces que desee pero aquí estaremos para recordarle y exigirle, por cuantas vías sea menester, que lo hace faltando a la verdad y a la legalidad», aseguran desde Scrats, que añaden :»El texto relativo del proyecto de real decreto que fue objeto de informe por el Consejo Nacional del Agua, y que fue aprobado, no se corresponde con el se ha trasladado al Consejo de Estado. Y de eso tenemos constancia con luz y taquígrafos. Basta con conocer los testimonios de componentes de esa institución, que son de diferente signo político».
Mientras Ximo Puig se ha excusado de no acudir a la manifestación asegurando que estaba en Fráncfort, donde acudió junto al textil valenciano a la feria Heimtextil, y ha afirmado que su postura sobre el trasvase «es clara», llegando a una «transición real» que no recorte por el momento el trasvase, su competencia política ha hecho leña de su posición de debilidad frente a un gobierno central, que niega que exista base en las peticiones que realiza Ximo Puig sobre el agua.
La secretaria general del PP de la Provincia de Alicante, Ana Serna, ha lamentado la ausencia de Puig en la protesta contra el recorte del trasvase Tajo-Segura y ha dicho que «los políticos estamos para defender los intereses de los territorios y de nuestros ciudadanos”.
“Defender al sur de la provincia, defender su agricultura y defender a los regantes no es una prioridad para Puig ni un tema prioritario”, ha señalado Serna. “Lamento profundamente que para el presidente de todos los valencianos no será importante defender el agua para esta tierra”, ha añadido.
El socio de gobierno de Ximo Puig, Compromís, también cargó contra el socialista valenciano. Joan Baldoví acusa a Ximo Puig de «demasiado amable» mientras exige «rectificar» a Ribera. Preguntado sobre las declaraciones de la ministra, que dijo que las demandas de los regantes «no son compatibles con el interés general», ha asegurado que «está profundamente equivocada».
«El tema del agua es un asunto absolutamente capital y entendemos que cuando se llega a un acuerdo se debe cumplir», ha afirmado, y ha añadido: «Lo que no puede ser es que, por presiones de algún barón socialista, se cambie un acuerdo que se había votado».