Cultivo de arroz en la Albufera. EFE
El sector agrario adopta un importante peso estratégico a nivel europeo que la Administración no reconoce. El martes se hizo efectivo lo que ya vislumbraban agricultores y ganaderos, los presupuestos de la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea (UE) disminuyen un 10% para los próximos siete años, en comparación con el marco financiero comunitario previo (2014-2020).
Así, el presupuesto se queda en 343.950 millones de euros. Además, la UEdeja la pelota en el tejado de cada país sobre la posibilidad de implementar otras ayudas específicas. Hoy, se reúne el Ministro de Agricultura, Luis Planas, con los representantes autonómicos para prever el devenir de un sector primario que vive en una crisis estructural que las Administraciones parecen no saber solucionar.
Si bien ED ha intentado ponerse en contacto con la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Económica, prima el silencio. Eso sí, nos cuentan que están a la espera de la valoración que hoy, previsiblemente, se hará desde el Ministerio.
El secretario general de la Unión de Agricultores y Ganaderos de la Comunitat Valenciana, Carles Peris, admite haber perdido la esperanza. “Siempre luchamos y hacemos propuestas concretas a la Administración, pero vemos que, de momento, no nos están ayudando”, apunta.
Por su parte, un técnico de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Ximo Gómez, explica que “el sector agrario es de los más importantes de la UE y, sin duda alguna, es un golpe muy duro. Después de cómo se ha comportado el sector en la pandemia y el reconocimiento que ha tenido por parte de la sociedad, pensamos que se debería haber apostado más por nosotros y no haber llegado a ese recorte de fondos”.
LOS SECTORES MÁS AFECTADOS
Aún no hay datos concretos de las pérdidas que puede suponer esta disminución en los fondos de la PAC, pero sí que se empiezan a vislumbrar qué subsectores de la Comunitat Valenciana pueden verse afectados.
Los que más, sin duda, serán los cultivos continentales y la ganadería extensiva. Del primer subsector, se puede destacar el arroz. Del segundo, el ovino y el caprino. En estos, los ingresos de la PAC representan un capital primordial para su rentabilidad. Gómez señala que “una bajada de un 10% en ayudas directas o 12% en desarrollo rural les afecta mucho y puede suponer una estocada final”.
Otros como los cultivos mediterráneos o las ganaderías intensivas (porcino, avicultura, frutas y hortalizas) no sufrirán tanto el recorte en la PAC, ya que no reciben prácticamente ayudas. Asimismo, suelen ser sectores muy competitivos y con más rentabilidad que los anteriores.
Eso sí, la Comunitat Valenciana, en cierto modo, se salva del ajuste en los fondos. Gómez expresa que “tenemos que tener presente que del importe de la PAC solo recibimos un 2,8%. Por tanto, no somos una de las autonomías que más notaremos la bajada de fondos”.
LA TRANSICIÓN AGRARIA DE LA UE, EN DUDA
“Si Europa, dentro de su política de los próximos años, quiere caminar a agriculturas y ganaderías más sostenibles, existe un coste de más. Implementar esas medidas nos cuesta más dinero. Si tenemos menos fondos y ayudas, vivimos en la negatividad. Si a parte, no vemos una política clara de reciprocidad, todo corre en nuestra contra. Estamos con el agua al cuello”, denuncia Peris.
Es por ello el secretario general de La Unió llama al Gobierno Central a destinar fondos específicos para ayudar al sector primario, tras el mazazo de los recortes en la PAC. “Si no se destina ningún recurso desde Moncloa, será una noticia muy negativa”, asevera.
Asimismo, puntualiza que “no hay ni un destino claro ni una política clara de ayudas. Nuestra línea de trabajo se ve continuamente penalizada porque no se acaba de creer en los modelos más tradicionales. Se hacen políticas para los grandes oligopolios. Esa doble vara de medir es lo que nos está haciendo pasar por momentos de dificultad”.
