La desescalada desalienta al sector hostelero

Los líderes parlamentarios exponen a 'SOS Hotelería' sus propuestas de recuperación para un sector golpeado fuertemente por el COVID 19

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El nuevo plan de desescalada anunciado por el Gobierno de Pedro Sánchez ha dejado al sector de la hostelería solo. Mientras ‘celebran’ la apertura de los espacios hosteleros, el sector reclama medidas reales que protejan su actividad.

El síndic de Compromís en las Cortes Valencianas, Francesc Xavier Ferri, ha declarado a SOS Hostelería que “la Generalitat ya ha puesto en marcha medidas como las ayudas de 1.500 € y 750€ para autónomos” y ha explicado que “además de estas ayudas y de cara al futuro, el sector tiene que buscar la complicidad de las administraciones para poder adaptar sus locales al escenario del post-confinamiento y garantizar las medidas de seguridad de trabajadores y clientes”.

En cambio, la presidenta del PP de la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, aboga por “la realización de test masivos para garantizar la vuelta a la actividad con seguridad” y señala que “en muchos municipios con gobiernos populares ya se ha aplazado el pago del IBI, la ocupación de la vía pública para la colocación de terrazas, o las relativas al abastecimiento de agua o vertidos de aguas residuales”.

Bonig apunta también a nivel autonómico la necesidad del “aplazamiento en el pago de impuestos, ayudas directas y concretas a Pymes y autónomos, facilitar liquidez, anticipar las cantidades del ERTE, asumir las cuotas de los autónomos, permitir el acceso a varias ayudas al mismo tiempo y desburocratizar todos estos procedimientos haciéndolos accesibles”.

Para el síndic del PSPV en las Cortes Valencianas, Manolo Mata, “hay que ir más allá de las medidas paliativas que hasta ahora se han acordado”. Asimismo, señala a SOS Hosteleria que “hace falta un plan de reconversión para el sector, y un plan que garantice, desde luego, la seguridad de las personas que trabajan en hostelería”.

El síndic de Ciudadanos, Toni Cantó, propone cuatro ejes: “protección de los trabajadores, reactivación, alivio fiscal y protocolos de salud e higiene”.

En representación de Unides Podem, Nainara Davó, especifica que “defendemos una desescalada igualitaria» que consiste en ayudar a todos los restaurantes y bares que necesiten hacer algunos arreglos para adaptarse a las nuevas medidas de seguridad, además de mantener las ayudas a autónomos.

Terraza. EFE/Ana Escobar

Por último, Ana Vega de VOX apuesta por la ampliación de terrazas, la bonificación del 100% del IBI, la suspensión del pago de terrazas, la bonificación del Impuesto de Actividades Económicas, la ampliación de ERTEs, la eliminación de la cuota de autónomos, la supresión tanto de las subvenciones a entidades para ayudar a todo el tejido empresarial como de las obligaciones tributarias de las empresas e impuestos. Además, de la participación en comparecencias parlamentarias.

DE PROBLEMA A SOLUCIÓN

Plataformas, asociaciones y confederaciones, entre otras entidades, plantean a las autoridades soluciones teniendo en cuenta la realidad de los trabajadores. De hecho, el líder de SOS Hostelería, Fidel Molina, ha señalado como ejemplo la ciudad de Valencia, donde “las terrazas, que parecían un problema para el Ayuntamiento de Valencia, podrían ahora ser la solución para un sector que está tremendamente afectado”.

Una propuesta que ha acogido el Ayuntamiento de Gandía que modificará su ordenanza de ocupación de la vía pública para garantizar las medidas estipuladas por las autoridades sanitarias y que deben de cumplirse en bares y restaurantes.

Desde el Ayuntamiento de Valencia prometen agilizar la concesión de licencias de nuevas peticiones, pero «hasta que no tengamos los decretos no vamos a tomar ningún tipo de medida», ha declarado el alcalde de Valencia, Joan Ribó.

ARTURO VALLS POR LA HOSTELERÍA

El presentador de televisión y humorista, Arturo Valls,ha grabado un vídeo desde su casa animando a los valencianos y valencianas a volver a nuestros bares y restaurantes «en cuanto se pueda». «Ellos nos recibirán con los brazos abiertos», asegura Valls mientras sueña con «una caña bien fresquita».

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